9 destinos italianos que arruinarán tu figura
Las leyendas de las películas dicen que cuando Robert De Niro tuvo que subir más de 27 kilogramos para representar a Jake LaMotta en “Raging Bull”, acudió a un país que sabía le podía ayudar: Italia.
Con sus montones de pasta y helado, Italia prácticamente está hecha para usar pantalones con elástico.
Mientras la llamada dieta Mediterránea suele ser relativamente saludable, algunos de sus elementos son tan calóricos como deliciosos. Cualquiera que pretenda visitar Italia y permanecer delgado debe evitar los siguientes destinos:
Randazzo, Sicilia
Este pintoresco pueblo medieval a los pies del Monte Etna nos ha traído el culto divino a la granita, un híbrido de helado y raspado que los sicilianos llaman suyo. El platillo tiene sus orígenes en la tradición de los lugareños de mezclar jugo de fruta con nieve del Monte Etna.
Este es una mezcla densa de azúcar y agua, mezclada con pistaches locales, almendras tostadas y la mejor fruta de temporada, mandarinas, higos, tunas o moras. O para los puristas del sabor, limón o café.
Los turistas lo comen como sándwich, servido dentro de una brioscia con tuppo –un pan en forma de bola con una “peluca” encima- .
Los lugareños tienen su propio ritual: usan la brioscia como cuchara. Y no es un postre, es el almuerzo que se derrite en la boca rápidamente, pero tiene un efecto duradero. Después de probar una granita, cualquier otro helado te parecerá inferior.
Pruébalo en: Musumeci, una pastelería artesanal. Piazza Santa Maria 5 Ransazzi; +39 095 921196
Descansa en: Shalai Resort una mansión restaurada. Via Guglielmo Marconi 25, Linguaglossa.
Caserta, Campania
Sí, es conocida como el baluarte de la mafia local Camorra, pero Caserta tiene algo mucho más agradable para darle fama.
Es la casa de la mejor mozarela de Italia, y por ende, del mundo. Esta es la real, hecha con leche de búfalo y no de vaca. Es más densa, blanca como porcelana, suave y agridulce. La leche se sale cuando la muerdes.
Los monjes comenzaron la tradición en el siglo XII y ha pasado de generación en generación.
Las tiendas locales venden distintas formas, trenzado, en forma de huevo, bolas pequeñas y grandes. La clave es que mientras más grande, mejor sabor.
Es posible visitar fábricas de lácteos por la mañana, ver el proceso de preparación de mozarela y probar el producto recién hecho. Lo mejor es llegar temprano ya que para las 10 am normalmente todo está vendido.
El pueblo también presume el “Reggia” un impresionante palacio construido para los reyes borbones de Nápoles en 1800 como una casa de banquete para sus espléndidas fiestas.
Es parte de los lugares protegidos por la UNESCO y fácilmente podría superar en belleza al Palacio de Versalles.
Pruébalo en: Le Colonne; Viale G. Douhet 7, Caserta; +39 0823 467494
Descansa en: el Hotel Amadeus es un palacio muy acogedor. Via Giuseppe Verdi 72/76; Caserta.
Nursia, Umbria
Nursia, eclipsada por la fama de Perugia y Assisi, normalmente es pasada por alto por los turistas. Es una desgracia pues, a diferencia de sus ciudades vecinas, este lugar hace cosas maravillosas con los cerdos.
Puedes ver todo tipo de salchichas y jamones de jabalí fuera de las tiendas y en medio de las plazas medievales. Fuertes aromas llenan el aire: chile y salchichas de hígado con trufa negra. También hay “bolas de burro”, salami u otro tipo de carne en forma de la región sur del animal.
Estos productos han despertado la “norcinería”, la tradición italiana de curar carnes usando los métodos originados en 1300.
La adicción a las carnes frías es un riesgo real.
Pruébalo en/ Descansa en: Palazzo Seneca es un restaurante y hotel que ofrece los platillos típicos de jabalí y venado. Via Cesare Battisti, Nursia.
Milán
Todo empezó como un error.
La leyenda cuenta que un día Toni, un ayudante de panadería distraído, echó huevos, azúcar y pasitas a una masa de pan y creó un pastel, al cual le dieron su nombre: Pan de Toni.
El panettone de nuestros días es uno de los símbolos de Milán. Por siglos se comía sólo en Navidad y tradicionalmente estaba decorado con un diseño de cruz. Ahora se ha vuelto una delicia gourmet de todo el año y afamados chefs reposteros están reinventándolo constantemente.
Vino passito, marrón glacés, piñones, nueces, duraznos, higos, castañas, cerezas negras, piña y fruta tropical son las adiciones a las pasitas, ralladura de cítricos y mantequilla tradicionales.
Las versiones más exóticas tienen aceitunas, trufas, pepperoni, alcaparras, berenjena y foie gras.
Pruébalo en: T'a Milano una boutique de repostería que vende panettones de 500 gramos a 10 kilos, acompañados de chocolate artesanal y peras. Via Clerici 1, Milan.
Descansa en: Palazzo Parigi, un hotel a la moda con vista al Duomo. Corso di Porta Nuova 1, Milan.
Borgo di Carpiano, Umbría
Esta villa fue traída de regreso a la vida y restaurada como un resort de lujo, tan aislada por un bosque denso y verde, que lo único que hay que hacer es comer, beber y comer otra vez en lugares mucho mejores que los restaurantes con estrellas Michelin.
Los huéspedes prácticamente pasan de una comida a la otra.
El desayuno incluye platos de jamón y queso, siete tipos de miel distintos, smoothies caseros, bruschetta y pays de mermelada.
La comida y la cena incluyen menús de degustación de varios tiempos con platillos como seta calabaza (porcini) empanizada y frita, carpaccio de pato, y pasta scialatielli con pesto y menta.
También está Margherita di Burrata, una mezcla de mozarela y crema servida con tomates frescos y albahaca en un vaso, imitando el verde, blanco y rojo de la bandera italiana.
La hora del postre pasa tres veces al día.
Los huéspedes disfrutan de cocteles, vinos y digestivos antes y después de cada alimento en una cripta convertida.
Un lugar propicio para despedirse de la dieta.
Puébalo/Descansa en: Borgo di Carpiano; Localita di Carpiano, 06024 Gubbio, Perugia.
Orgosolo, Cerdeña
Lejos de las playas de lujo VIP y los mares destellantes, está una región montañosa y salvaje, donde alguna vez fuese nido de bandidos y ahora es hogar de pastores.
Ver turistas aquí es raro, y mucho menos en invierno, cuando las Cortes Apertas se deleitan con establos y tabernas de granito abiertas al público, ofreciendo vinos increíblemente buenos, jamón, queso y otras delicias.
La miel es un estilo de vida aquí.
Las especialidades incluyen creaciones agridulces llenas de sal y grasa.
Una creación horripilante es el “porceddu”, un lechón rostizado y bañado en sangre, cubierto de miel.
Pruébalo/ Descansa en: Sa e' Jana es un hotel familiar cuyo restaurante sirve platillos de especialidad; Via Catte 2, Orgosolo.
Matera, Basilicata
Explorar los callejones de piedra y las cuevas primitivas del distrito Sassi de Matera quema calorías. Pero los chiles locales también tienen suficiente poder para ello.
Crusco, un enorme chile rojo que se seca al sol y luego se fríe, es especial. No es picante, sino que tiene un sabor dulce y salado, por eso es que nadie puede parar después de probar uno.
Parece que no hay ni una receta local que no lo contenga, pero se usa en aperitivos, y es el ingrediente estrella de la pasta strascinate, en el pan molido para empanizar o con pescado seco y tomatitos.
Pruébalo en: La Talpa tiene una variedad picante –Spaghetti Assassin frito en aceite de oliva, salsa de tomate y chile asesino. El plato está cubierto de manchas rojas.
Descansa en: Grotte della Civita cuenta con suites de lujo dentro de grutas sobre un desfiladero. Via Civita 28.
Vasto, Abruzzo
La hora de la comida en esta ciudad costera de chozas de pesca convertidas en restaurantes incluye una orden de restricción personal.
El platillo típico, el brodetto, incluye un ritual que, si no se toma con precaución, podría resultar en un severo conflicto con el cinturón.
Brodetto es una sopa de pescado gigante, servida como un platillo principal, pero es tan grande que hacen falta dos personas para acabar con ella. Raya, mújol, lenguado, pescado rojo y camarones se asoman de la olla burbujeante, nadando en una piscina de tomates, perejil, pepperoni y ajo.
El problema es que hay mucho pan: antes de comenzar a comer se avientan rebanadas para absorber el líquido pescadoso.
Una vez que terminas con el pescado, es hora de devorar el pan aguado.
Pero la parte más difícil es el final, cuando ponen Capelli d’angelo, un tipo de spaghetti muy delgado, y lo mezclan con lo que quede de líquido.
No hay otra opción más que entrarle.
Pruébalo en: Da Marino tiene el mejor de la ciudad. Via Cavour, Vasto.
Descansa en: Hotel Locanda dei Baroni está en un antiguo palacio del siglo 17. Via S.Francesco D'Assisi 68.
Módica, Sicilia
Es muy cálido para tener montañas nevadas y no son famosos por ser puntuales, así que, ¿por qué se conoce este lugar como la Pequeña Suiza?
Una palabra: Chocolate. Una verdadera pasión por generaciones, que aún es preparado siguiendo la misma técnica: a mano y a temperaturas frías.
La falta de procesos industriales –las mismas técnicas utilizadas por los aztecas– lo hacen único.
El escenario barroco, con gárgolas sobresaliendo de palazos elegantes, sólo mejora la experiencia.
El chocolate contiene trozos de azúcar sólida que le dan textura. Es salado, con un toque tosco, y consistencia harinosa.
Los lugareños le llaman “chocolate de cristal”.
Pruébalo en: Caffe dell'Arte es una pastelería histórica que hace variantes de chocolate con pistache, vainilla, chile, sal, canela y bergamota. C.so Umberto 114, Modica.
Descansa en: Le Magnolie está en una villa del siglo 18. Via Campailla 25, Modica.
* Silvia Marchetti es una reportera freelance radicada en Roma. Ella escribe sobre finanzas, economía, viajes y cultura para un amplio rango de medios incluyendo MNI News, Newsweek y The Guardian.