Así es como nació el popular droide BB-8 de Star Wars

Puede que sea el robot que inicie miles de oportunidades comerciales, pero BB-8 tuvo inicios humildes: sobre una servilleta.
En el 2013, mucho antes de la filmación de la película e incluso antes de que anunciaran al elenco, nació el robot intrépido.
De la mente del director J.J. Abrams salió un bosquejo rudimentario, una bola sobre otra bola; claramente un astromecánico de la familia del amado R2-D2, pero diferente. Simple, esférico y revolucionario.
El garabato en la servilleta fue suficiente para generar el interés del diseñador conceptual de Lucasfilm, Christian Alzmann, quien –junto con Neal Scanlan, jefe de criaturas y robots de la película- puso en marcha lo que se convertiría en BB-8, la pequeña estrella de “Star Wars Episodio VII: El Despertar de la Fuerza”.
Fue un proyecto desarrollado en secreto, amague y acuerdos de confidencialidad, pero después de un silencio largo, los hombres que crearon al BB-8 finalmente hablaron sobre su misión de llevar al robot de la Resistencia a la pantalla.
“Tuvimos que guardar el secreto por año y medio”
BB-8 tiene muchos padres, pero si J.J. Abrams fue responsable de la idea, Matt Denton y Joshua Lee fueron quienes lo criaron hasta su madurez.
Ellos fueron los expertos en animación robótica que crearon el cerebro y cuerpo de BB-8, y viajaron con él por todo el mundo, guiándolo en las filmaciones.
“Tuvimos que guardar el secreto por año y medio”, dice Lee. Incluso cuando su hijo de 10 años comenzó a llevar a casa mercancía de BB-8, ni él ni la familia o amigos de Denton podían saber de su papel.
“Nunca leí el guión”, dice Lee. “No sé en realidad qué pasa en la película. Estuve ahí en el set, desde la primera hasta la última semana, pero hay cosas importantes de las que no sé nada”.
“Cada vez que llegábamos al set era una sorpresa… fue algo raro, pero fue divertido”.
Hasta que algo pasó.
El día en que todo salió mal para BB-8
Durante la filmación en Abu Dhabi, BB-8 estaba viajando a alta velocidad por el desierto sobre un cable de remolque cuando se volteó. Lee estaba en los controles, pero no se dio cuenta del accidente, y siguió subiendo el cable hasta que eventualmente, agonizando, el robot se detuvo.
“Todo el set estaba en silencio”, dijo. “La cabeza de BB-8 estaba completamente destrozada… fue como si alguien hubiera resultado herido. El equipo no sabía a dónde mirar”.
Afortunadamente había una selección de cabezas nuevas esperando, pero la historia muestra que tanto significó el robot para todos los involucrados.
“Este es el primer proyecto que hacemos en el que el personaje es tan apreciado a este nivel por el equipo y el elenco”, explica Denton. “Cuando hicimos nuestra última escena en el último día, BB-8 cerró como un actor y recibió una ronda de aplausos. Fue increíble”.
Construir a BB-8
Su viaje con “El Despertar de la Fuerza” inició en Inglaterra en agosto del 2013, con un concepto básico de probar su software. “De inmediato podías saber que iba a funcionar”, dice Lee. El dúo entonces comenzó a crear lo que Denton llama “las cinco versiones principales”.
Sí, BB-8 tiene hermanos. De hecho, fueron octillizos.
Cada uno de los ocho robots tenía características especiales: os tenían ruedas de triciclo, uno a la izquierda y otro a la derecha (las borraron con CGI); otra versión en títere se puso en manos de los talentosos Brian Herring y Dave Chapman. También estaba el “lombriz”, genial para acercamientos por su cabeza híper articulada y, el “bola de boliche”, sin motor pero capaz de mantenerse sin importar lo que le aventaran – o de hecho si él mismo era aventado.
La versión de “alfombra roja” fue la concepción final y la mejor expresión de la visión de Abrams. Como pudimos ver en la Star Wars Celebration en Anaheim el pasado abril, es autosuficiente y refleja al BB-8 que veremos en pantalla, salvo que no requiere retoque digital.
Todos, salvo la versión de la alfombra roja, fueron creados al mismo tiempo, en un periodo de 5 meses y “literalmente terminados unos momentos antes de que tuvieran que entrar al avión a Abu Dhabi”, menciona Denton.
En los Emiratos, BB-8 estuvo bajo un calor de 45°C, “con arena y sal metiéndose por todo el mecanismo… fue la forma más difícil de iniciar una grabación”, explica Denton.
“Tenía que pasarle la manguera a diario para sacar la basura”.
Las condiciones implicaron que algunas de las habilidades de BB-8 tuvieron que desaparecer. “Teníamos un sistema de sonido en sus cabezas”, dijo Lee, “pero un día nos dimos cuenta que eso no iba a funcionar. Había demasiada interferencia”.
Secretos patentados
Es probable que la ingeniería que hace funcionar al pequeño BB-8 sea la conocida como “manejo de robot de balanceo esférico magnético”, un invento patentado por Disney en el 2010 –tres años antes de que Abrams dibujara en la servilleta.
Denton y Lee no pueden confirmar ni negar lo que sucede dentro de BB-8, pero no importa mucho para la audiencia. Los fanáticos del mundo han adoptado su creación porque marca un regreso a los efectos especiales tangibles de la trilogía original de Star Wars.
“La gente adora a BB-8”, dice Lee. “Es muy abrazable”.
Denton y Lee sin duda están encariñados con su creación y continuamente tienen que corregirse y recordarse que el robot es un objeto.
El elenco y el equipo probablemente se reunirán con BB-8 el 14 de diciembre para el estreno de “El Despertar de la Fuerza” en Los Ángeles, si bien Denton y Lee no hablan sobre si veremos al amable robot en el Episodio VIII.
“Estamos trabajando en la película”, dice Denton, “pero no podemos decir sobre qué trabajamos. Tenemos que ser cuidadosos –no queremos ser los que arruinen Star Wars”.
Lo que sea que estén preparando para el Episodio VIII, que llegará a las pantallas en el 2017, pasará mucho tiempo antes de que cualquiera de nosotros se entere.