Cocainómanos famosos dañan a mucha gente
Las celebridades que aspiran cocaína están fomentando un comercio que está destruyendo comunidades enteras en Latinoamérica y África, dijo el jueves el máximo responsable de Naciones Unidas en la lucha contra el delito.
"Una canción, una imagen, una declaración que haga parecer a la cocaína algo bueno puede echar a perder millones de dólares de las campañas de prevención y educación contra la droga", según el texto del discurso de Antonio María Costa, jefe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
"(Hay famosos) que aún reciben lucrativos contratos después de haber sido fotografiados aspirando. Estrellas de rock que se hicieron famosas cantando 'I ain't going to rehab' (No me voy a rehabilitar), a pesar de haber necesitado, y buscado, tratamiento", dijo Costa en una conferencia en Madrid.
"Todos estos modelos de famosos, que se convirtieron en drogadictos, han pasado en realidad un montón de tiempo rehabilitándose en los últimos tiempos, y sus vidas son un desastre", dijo.
Europa debe volver a encauzar programas antidrogas para reducir el consumo de cocaína, que ha estado abriendo vías de entrada a expensas de la heroína, dijo, añadiendo que la proporción de británicos que consumen cocaína se duplicó en los últimos 10 años al 2.6% de la población y los índices son aún mayores en España.
En España el 4% de la población entre 15 y 34 años consumió esta droga en los últimos 12 meses, según un estudio de fines del 2005, convirtiéndose en líder del consumo de cocaína en Europa.
"Aspirar aquí y en Europa está causando otro desastre más en Africa, que hay que añadir a la pobreza, al enorme desempleo y a sus pandemias", dijo Costa.
Las bandas de cocaína de Sudamérica se han vuelto hacia África Occidental en busca de una gran ruta para traficar con Europa, advirtieron las autoridades.
"La vulnerabilidad de estos países (africanos) ante las drogas, el delito, la corrupción y la pobreza se está agudizando aún más hasta el punto de que se enfrentan a un completo desplome", dijo Costa.
En Colombia, la cocaína también suministra cientos de millones de dólares para financiar a la guerrilla y a los paramilitares de la extrema derecha, que se cobran miles de vidas cada año, principalmente entre los pobres campesinos.
"Los europeos entienden ahora que no deben comprar diamantes de sangre, o ropa hecha por esclavos en lugares con condiciones pésimas", dijo Costa.
"Aún cuando a los adictos a la cocaína no les importe su propia salud, deberían ser ciertamente responsables por el daño que causan a otros", dijo.
