Muere coreógrafo francés Maurice Bejart

El hombre que revolucionó el ballet con sus danzas vanguardistas, falleció a los 80 años; consiguió incrementar la asistencia anual al teatro de Bruselas de 40 mil a 250 mil espectadore
Bejart logró conquistar a los jóvenes con su ballet. (AP)

Maurice Bejart, quien buscó llevar el ballet al público joven con sus coreografías provocativas y dejó atónitos a los críticos con sus danzas vanguardistas, falleció este jueves a los 80 años.

Bejart estuvo hospitalizado la semana pasada por problemas cardiacos y renales, y murió la mañana del jueves en el Hospital Universitario de Lausanne, dijo Emmanuel de Bourgknecht, administrador del Ballet Bejart de Lausanne.

Nacido en Marsella, Francia, Bejart estableció nuevos estándares para el ballet en una carrera que se extendió por cinco décadas. Su trabajo característico fue ''La consagración de la primavera'' de Stravinsky, que en 1959 fue su primera producción con el Teatro Monnaie de Bélgica. Ataviados en mallas lustrosas y brillantes, los bailarines crearon un aura erótica con movimientos impulsivos y naturales que llegarían a ser característicos de sus interpretaciones.

Su Ballet del Siglo XX, que formó un año después, alcanzó gran éxito con sus provocativas coreografías, ayudando a incrementar la asistencia anual al teatro de Bruselas de 40,000 a 250,000. Más tarde se fue a Lausanne tras un conflicto con los gerentes del Monnaie, a quienes acusó de concentrarse en la ópera a costa del ballet.

Su verdadero nombre era Maurice Jean Berger. Su madre murió cuando tenía siete años; su padre venía de una familia pobre, pero trabajó como vendedor de fertilizantes mientras estudiaba chino y con el tiempo llegó a ser profesor y más tarde director de universidades.

Con el diminutivo de Bejart, el artista debutó como bailarín en 1954 en su pueblo natal.

Producto del ballet clásico, Bejart constantemente difuminó la frontera entre lo moderno y lo clásico en trabajos como ''Bolero'' de Ravel, ''Oda a la alegría'' de Beethoven y ''Romeo y Julieta'' de Berlioz.

En 1971 hizo su debut en Nueva York. Y aunque los críticos expresaron decepción, regresó en repetidas ocasiones para presentarse frente a un público adorador.