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Empaque y embalaje con futuro en México

El sector ha tenido un crecimiento constante en el último lustro cercano a 7%. El problema para acelerarlo es la falta de insumos nacionales.
mié 01 julio 2009 05:37 PM
Aunque México depende de la importación de maquinaria, el resultado es que competimos con envases de calidad mundial. (Foto: Stockxpert)
empaque (Foto: Stockxpert)

La industria del envase y embalaje es pieza fundamental en el rompecabezas que compone la economía de México. Este sector representa 1.5% del Producto Interno Bruto Nacional (PIB), 5.5% del industrial y 8.7% del manufacturero.
Pero no nada más su participación en la economía es significativa; se trata de una rama movida por la innovación, en la que también colaboran cada vez más actores, quienes añaden propiedades al producto, incrementando valor en el mismo, en una carrera que parece no tener fin. Eso, por sí sólo, convierte a este sector en una industria del futuro.
Hacer ajustes para que esta industria -que camina por el sendero del crecimiento- se convierta en un motor de mayor desarrollo industrial significaría beneficiar a más de 15 ramas y crecer a una tasa superior de, al menos, 10% anual, considerando que, en tiempos de crisis, según la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), ya lo viene haciendo en 7%.
Todo lo que contiene un producto es un envase, desde las bolsas de polietileno hasta un sofisticado frasco de vidrio para perfume. El espectro -que abarca todos los elementos de su producción, consumo, interacción con el contenido, medio ambiente y la percepción del consumidor final, es lo que hace que el concepto sea extenso.
Según la AMEE, existen 220 productores de botellas y otros contenedores de plástico, sin embargo, existen más empresas no registradas que trabajan clandestinamente. La compañía de capital mexicano con mayor participación es Cajaplax, dedicada a la fabricación de envases de PET.
En cuanto a los envases de metal, este rubro se divide en latas de acero, aluminio, tapas herméticas, abre fácil, twist off, y tapa clic, así como tapones. La Cámara Nacional de Fabricantes de Envases Metálicos (Canafem) identifica a 24 empresas que integran el sector, siendo Grupo Zapata, Envases Zapata y Envases Universal las más importantes compañías nacionales.
Sus aplicaciones son en conservas, refrescos, cervezas, industria del cuidado personal, hogar, cosmética, farmacéutica, pinturas, aerosoles, productos automovilísticos, químicos, tintas, artículos vitivinícolas, panadería gourmet, licores y confitería.
Respecto al vidrio, según la AMEE, es un sector 100% mexicano; sus aplicaciones se encuentran en los productos dirigidos a un alto poder adquisitivo, por lo que se emplea en perfumes, productos gourmet, cosméticos, confitería, alimentos orgánicos y otra parte en refrescos.
El cartón y el papel son los materiales de mayor consumo en el sector, sin embargo, se emplean primordialmente para embalaje (envase secundario), aunque hay una producción destinada para alimentos pasteurizados y ultrapasteurizados. Estos envases los fabrican directamente Sig Combibloc y Tetrapack.
La AMEE reconoce a 906 empresas dedicadas a la manufactura y distribución de envases, quienes se encuentran dispersos en diferentes partes del país. Por ejemplo, los de plástico se ubican en la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Aguascalientes, Querétaro, Veracruz y Tamaulipas; por su parte, los de metal están en Aguascalientes, Baja California Norte y Sur, Ciudad de México, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Los fabricantes de vidrio están centrados en tres estados: Nuevo León, Puebla y Veracruz, mientras que los de papel y cartón tienen una importante presencia en la Ciudad de México, Durango, Michoacán y Nuevo León.
Se estima que 90% de las compañías que integran esta industria son de capital nacional, lo que nos dice que hay un cadena de valor con presencia local muy fuerte.
Las compañías mexicanas más importantes por su tamaño y volumen de producción son: Envases Universales (envases de metal), Grupo Vitro (envases de vidrio), Grupo Zapata (envases de metal y plásticos),Zapata Envases (envases de metal) y Cajaplax (envases de plástico rígido).
Una cadena, dos caras
La provisión de materias primas presenta caras distintas de acuerdo con el tipo de envase, pero, en términos concretos, México no es autosuficiente. Un ejemplo son los plásticos, donde, según Jorge Martínez, director de la AMEE, se importan 50% de las resinas empleadas.
El otro porcentaje se divide entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y empresas transnacionales y nacionales. Una muestra es el PET, del cual se consumen aproximadamente 935,000 toneladas anuales; su principal productor es la trasnacional Eastman Chemical Company, pero también hay empresas mexicanas que lo proveen como Grupo IDESA.
En metales, Altos Hornos de México abastece 25% de lámina de acero, señala Arturo Cobian, presidente de la Canafem, y 75% se importa de Japón, Alemania, Brasil, Corea y Estados Unidos (EU). La lámina de aluminio y los barnices epóxicos se importan al 100% de EU, Alemania e Inglaterra.
Vidrio es el único rubro donde hay autosuficiencia en la proveeduría, porque México es rico en arena sílice, con cerca de 50 empresas nacionales que la procesan junto con sus aditivos.
En lo concerniente a equipo, también se depende de las importaciones. "El país es el séptimo importador de maquinaria para envase y embalaje a nivel mundial, representando un mercado de 600 mdd," afirma José Martínez, del PMMI. "Esto se debe a que no tenemos personal calificado, ni ingenieros especializados para fabricar maquinaria", explica el entrevistado.
"A la carencia de materias primas y de maquinaria se suma el elevado precio de los energéticos y la poca disponibilidad de agua, lo que afecta la producción de envases", añade Jorge Martínez, de la AMEE:
oportunidades.
La fortaleza de México es el diseño gráfico y estructural, aspectos reconocidos a nivel internacional. "Todos los años ganamos premios en los certámenes de la World Packaging Organization, evento donde sólo participan los envases premiados en sus países de origen," comenta José Antonio Rodríguez, del IMPEE.
El entrevistado relata el ejemplo de Licores de Veracruz, que fue premiado de manera unánime por 40 jueces gracias a su botella de ron Mocambo. Es una botella de vidrio de línea color ámbar con la particularidad de tener una cubierta de amate deshilado, que lo hace elegante y rústico a la vez.
El diseño estructural también es muy apreciado. "El principal proveedor de frascos para perfume es Grupo Vitro -indica José Martínez, del PMMI-. Conseguir un diseño estructural diferente y atractivo en vidrio es muy difícil. Grupo Vitro tiene la tecnología y recursos humanos para conseguirlo". La vidriera fabrica envases para firmas como Donna Karan y Calvin Klein.
Los entrevistados consideran que, además de contar con un nutrido grupo de diseñadores talentosos, México tiene una importante cultura del color. "Tenemos colores propios que nos identifican como mexicanos, los cuales combinamos para conseguir diseños distintos", dice José Martínez. La tecnología empleada para el diseño gráfico y estructural también es importada, aseguran los entrevistados.
El equipo para impresión y las tintas no es nacional en 95%. El proceso de impresión se divide por material, explica José Rodríguez Tarango. "Las botellas de plástico se imprimen por serigrafía y transferencia térmica. Las latas de tres piezas emplean litografía". En latas de aluminio, como las de refresco, se usa impresión off set seco. El vidrio también ocupa serigrafía y transferencia térmica.
La etiqueta de mayor uso en México es la tipo manga, generalmente de PVC, la cual hace unos años se traía de Japón y ahora se fabrica en México, apunta el director del IMPEE. La ventaja de esta etiqueta radica en su capacidad de envolver y ajustarse al envase, eliminando el adhesivo, haciendo más sencillo el reciclado. Además, la película permite una impresión en flexografía de alta calidad.
Además, hay pocas empresas mexicanas que producen etiquetas y películas holográficas debido a que la demanda aún no es muy alta, a pesar de que es una tendencia. Al respecto, se entrevistó a Hugo Silva, gerente de Ventas y Mercadotecnia de Holomex: "En nuestro país son pocos los aventurados que emplean hologramas, aunque cabe mencionar que hemos comercializado envase flexible holográfico para botanas".
El entrevistado asegura que los hologramas para envase de mayor consumo en México son los sellos holográficos en su modalidad de etiqueta, elaborados en película de polipropileno biorentado (BOPP), PET y PVC, y holográficos en película para laminados flexibles y rígidos.
Empresas como Holomex proveen sello holográfico en etiqueta, que es la solución de seguridad en el mercado mexicano para prever la falsificación. Los sectores que emplean esta tecnología son alimenticio y farmacéutico. En la modalidad de película atienden a los convertidores, y en etiqueta surten al usuario final.
 "No se sabe bien a bien cuántas empresas hay, pero muchas son representaciones de marcas de la India, Turquía y Taiwán". Quienes hacen etiquetas importan la tecnología, pero Holomex fabrica sus propias máquinas para la película holográfica.
En lo que respecta a RFID, en el país se viene usando para embalaje, pero se espera que por las exigencias del mercado internacional, donde se pide el e-pedigree, se haga extensivo en pocos años su uso en envases.
Omar Pelcastre, director de mas RFID Solutions, explica: "Lo más novedoso es el RFID activo, que es una etiqueta con energía propia que constantemente emite señales y es posible leerse por medio de Wi-Fi, así que no requiere lectores ni antenas, y es posible emplearlo en envases metálicos con líquido o gas". El grupo que comercializa RFID lo componen cerca de 30 empresas, según estimaciones de Pelcastre, considerando distribuidores del hardware, software, lectores, productores de etiqueta y consultores. La tecnología es importada de EU, China, Taiwán e Israel.

SINERGIAS

Aunque pareciera que el desarrollo tecnológico y la innovación nacional en el sector es mínima, no es así. Los entrevistados coinciden en que el problema es la falta de vinculación entre instituciones y centros de investigación; pero esto comienza a cambiar, dándose casos de éxito donde los tres sectores -académico, privado y gobierno- se han unido para lograr lanzamiento de primer mundo. Algunos ejemplos son:
Latabotella. Creado por Jumex, consiste en un envase metálico moldeado que ofrece los beneficios de una lata y una botella.
Película coextruída laminada oxo-degradable. Grupo Bimbo, en colaboración con la empresa inglesa D2W y el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), consiguieron la primera película en el mundo coextruída laminada oxo-degradable. Es igual que cualquier película laminada pero se degrada en cinco años máximo.
Envases activos para alimentos frescos. El Centro de Investigación en Alimentos y Desarrollo (CIAD) ha creado envases rígidos y películas absorbentes de etileno aplicables en lácteos, carnes, frutas y verduras. También ha desarrollado películas con alta barrera a la luz, vapor, agua y oxígeno. Estos materiales serán fabricados por la empresa Qualyplast.
Laboratorio portátil para prueba de materiales. Es un equipo completo para verificar la calidad de los envases, etiquetas, tapas y embalajes, creado por el IMPEE, y lo emplean varios laboratorios farmacéuticos.
El CIQA tiene 10 desarrollos comercializados en el sector privado, donde sobresalen materiales mejorados por medio de nanotecnología, películas multicapa termoformadas, películas de alta barrera, etcétera.
 "El Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt) fomenta las llamadas redes de innovación, donde se vinculan las cadenas productivas con quienes generan los desarrollos tecnológicos y científicos. Las redes de innovación son las que permiten que los logros de cada proyecto no se queden el laboratorio", asegura Patricia Villalobos, directora de Investigación y Desarrollo de Grupo Bimbo.

EL RECURSO HUMANO

Existe el puesto de gerente de Empaque o el área de Empacotécnica, pero no la licenciatura o ingeniería en envase y embalaje. Se dan materias, pero no una capacitación integral. Sin embargo, ciertos organismos se han preocupado por subsanar ese hueco.
"En 1984 impartimos el primer diplomado en envase y embalaje y dos años después comenzamos con los cursos. Ahora gestionamos con la Universidad de Clemson para dar la maestría," asegura Jorge Martínez de la AMEE.
"A nivel posgrado tenemos instituciones como esta para quienes deseen hacer investigación científica y desarrollo tecnológico en envases de alimentos. El CIQA ofrece posgrado en desarrollo de materiales en general, y estos se aplican a envases", opina al respecto Herlinda Soto Valdez, investigadora titular del laboratorio de envases para alimentos del ciad. La Universidad de Monterrey tiene su Centro de Innovación en Diseño de Empaques y el IMPEE ofrece cursos y diplomados.
Sobre los recursos humanos, es de destacar que la mano de obra mexicana es altamente calificada, de acuerdo con Jorge Martínez de la AMEE, y eso favorece a que se produzcan envases de calidad.  

PERSPECTIVAS DE FUTURO

Los entrevistados coinciden en que México es dependiente de la importación de maquinaria e insumos, pero aunque parezca una debilidad, en realidad no lo es tanto. "Contar con maquinaria e insumos de todas partes del mundo significa que tenemos la posibilidad de producir envases de la misma calidad que hay en Europa o en los eu", afirma José Martínez del PMMI.
José Antonio Rodríguez Tarango, del IMPEE, considera que "nuestros envases tienen la calidad para entrar a cualquier mercado porque cumplen con la legislación internacional, por eso son productos de alto nivel, además de contar con uno de los mejores diseños y todos los elementos necesarios para hacer un buen contenedor".
Pero las máquinas no lo son todo, la mano de obra mexicana es otro elemento que determina la calidad, de acuerdo con Jorge Martínez, de la AMEE.
Los energéticos son caros y hay un abastecimiento deficiente de los mismos, además de una lenta, pero segura, vinculación entre la industria y los centros de investigación. Y aunque no hay recursos humanos realmente especializados, no ha sido impedimento para el crecimiento del sector. En este sentido, aunque no es el mejor escenario, sí asegura crecimiento.
Los protagonistas del sector no consideran que ocurra algo tan grave como para que éste sector caiga, debido a que la industria incrementa su participación en el PIB.
No obstante, "podría darse que la moneda llegue a 20 pesos respecto al dólar o impongan un impuesto irreflexivo por uso del envase, lo cual afectaría debido a que encarecería en gran medida la adquisición de los insumos y la maquinaria para producir los contenedores", comenta el representante del PMMI.
Por su parte, Jorge Martínez piensa que "nuestros envases son de alta calidad, así que ni las importaciones de producto terminado pueden impactar seriamente al sector".
El director de la AMEE asegura que lo único que falta es que entreguen los autos en cajas. "Por el estilo de vida que tenemos, necesitamos productos que faciliten nuestras actividades, y los envases son uno de ellos. Por ejemplo, cada vez son más las mujeres que laboran fuera de casa, y no tienen tiempo de cocinar, por lo que buscan alimentos preparados listos para calentarse dentro del envase, si es posible, y servirse en pocos minutos". Los envases son una necesidad en nuestra sociedad.
Al plantear cuál sería el mejor escenario, tanto los dirigentes de la AMEE como del PMMIconsideraron que México tiene una industria del envase y embalaje que no depende de las importaciones, pero la tecnología producida en el país es tan competitiva como la que se fabrica en cualquier parte del mundo.
Cuenta con una petroquímica efectiva para el abastecimiento de materias primas, bajo costo de energéticos, con una vinculación del sector privado y los centros de investigación que propicia la innovación. Es indudable que, al menos, existe la hojalata necesaria a buen precio y con calidad, lo cual augura un buen futuro.
El director del IMEE sugiere que "para capacitar a los jóvenes, se cuente con carreras y estudios posteriores en materia de envase y embalaje, tanto en licenciaturas, ingenierías y carreras técnicas, así como continuar como hasta ahora: con el trabajo de diseño, que es uno de los mejores del mundo."
Todo lo anterior provoca una baja en el precio de los envases, por lo que en los estantes se puede encontrar lo último en contenedores y al alcance del poder adquisitivo, incentivándose de, esta manera, el consumo tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
Es innegable la trascendencia de la industria del envase en el país, al grado de considerar que no hay nada que la pueda hacer claudicar, pero aún falta mucho para conseguir un auténtico fortalecimiento de cada uno de los eslabones que lo componen, aunque todo indica que se va por buen camino.

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