México requiere avanzar en áreas de oportunidad como el desarrollo de proveedores de fabricación de moldes de inyección y troqueles para cubrir las necesidades de demanda de la industria automotriz instalada en el país.
El vicepresidente de Relaciones Corporativas y Estrategia de Volkswagen, Thomas Karig, destaca que dar mantenimiento o reparar un molde de inyección en la actualidad requiere de mínimo una semana de tiempo sólo en la logística de llevarlo al lugar de fabricación (Alemania, en este caso) o traer un técnico especializado a México.
Nava explica que constantemente se da mantenimiento a los moldes que son importados de Alemania, sin embargo, cuando el molde requiere una revisión más profunda o una reparación importante, tiene que embarcarse al país europeo.
Lo logística se vuelve difícil por el tamaño, peso y tiempo para trasladar un molde a su país de origen (llegan a pesar entre 11,000 y 29,000 kilogramos).
En contraste, Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), considera poco factible la instalación de proveedores de moldes de inyección en México.
La industria a ese nivel requiere, dice, precisión total y en México existe poca información sobre el mercado real que hay para arrancar un negocio de este giro.
"No hay una empresa mexicana de este tipo, porque no hay quien quiera compartir cuál es su demanda en servicio, para que el inversionista sepa si la suma entre todos los posibles demandantes, la inversión, tiene sentido o no", señala.
El director de la AMIA indica que cuando un molde de este tipo requiere reparación, la forma más rápida es traer a un técnico de la fábrica de origen, pagarle los viáticos, sueldo en euros (60 euros la hora aproximadamente) por alrededor seis meses.