Los activos fijos son sólo una parte importante dentro de la empresa. El personal, las tecnologías de la información y los inventarios son los otros tres pilares que sostienen un negocio. Por ello, el plan de manejo de crisis de cualquier organización debe contemplar estrategias que permitan asegurar todo aquello que sea ‘valioso' para asegurar la continuidad del negocio en caso de alguna crisis. Así, lo explica Eduardo Sparrowe, director de la consultora Marsh Risk Consulting México, quien comenta que un plan integral de manejo de crisis debe contemplar cuatro áreas: activos, personal, inventarios y tecnologías de la información.
"Si la empresa sólo se preocupa por asegurar el edificio o la maquinaria y descuida a su personal, quién va a operar los equipos en caso de un siniestro, o viceversa", ejemplifica Sparrowe.
Carlos Valdés, jefe del Servicio Sismológico Nacional, comenta que el riesgo es el resultado de multiplicar el peligro por la vulnerabilidad. "En México el peligro es grande, tan sólo en 2010 ocurrieron más de 3,100 sismos. Si bien las contingencias no se pueden erradicar, si puede trabajar en disminuir la vulnerabilidad. En esta fórmula la única manera de reducir el riesgo es disminuir la exposición al peligro".
Por ello, dice Sparrowe, siempre es mejor tener un plan B, por lo que las empresas deben pensar en buscar desde oficinas alternativas donde poder operar en caso de que las propias quedan inhabilitadas, hasta tener una opción donde producir en outsoursing en caso de que se dañe la planta o la maquinaria.
"El chiste es nunca parar actividades. De lo contario se corre el riesgo de perder mercado y clientes, e incluso, el negocio completo".