El pasado 10 de diciembre, el ultraderechista Javier Milei tomó posesión como presidente de Argentina y, tras un día de su nuevo gobierno, decretó una devaluación del peso argentino de más de 50%, a 800 pesos por dólar al tipo de cambio oficial.
Esto dentro de un régimen de control de divisas que contempla una decena de tipos de cambio diferentes, refiere información de la agencia AFP.
El exviceministro de Economía, Gabriel Rubistein consideró que el objetivo clave de esta devaluación por decreto “es que se pueda bajar esta brecha” entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, el cual el miércoles pasado cerró en 1,070 pesos argentinos por billete verde.
Oficialmente, la última semana, el tipo de cambio ha fluctuado entre los 800 y 802 pesos argentinos por un dólar estadounidense. Es decir, que un peso argentino vale 0.00125 dólares.
En tanto, el tipo de cambio en México ronda los 17 pesos por un dólar, cada peso mexicano vale 0.05882 dólares.
En promedio, cada peso en Argentina vale 0.02125 pesos mexicanos.
La devaluación de más de 50% de la moneda es una de las medidas centrales de un vasto plan de austeridad que incluye la reducción de subsidios a energía y transporte, terminar con la inversión pública, y reducir la operación del Estado cerrando secretarías, el objetivo es reducir el déficit público, además de reducir la inflación que ronda 140% anual.
"El tipo de cambio oficial va a pasar a valer 800 pesos, para que los sectores productivos tengan realmente los incentivos adecuados para aumentar la producción", señaló Luis Caputo, ministro de Economía de Argentina, y quien fue el encargado de anunciar la batería de medidas de shock el lunes de la semana pasada, en una alocución grabada previamente.
El jueves 7 de diciembre, último día hábil del gobierno de Alberto Fernández, el tipo de cambio oficial era de 391 pesos por dólar. La devaluación supera así el 50%.
El gobierno mantendrá por ahora el sistema de control de divisas que rige desde 2019, con una decena de tipos de cambio diferentes.
Con una historia de crisis sucesivas, los argentinos desconfían de su moneda y se guían por el dólar para ahorrar o comprar y vender bienes como inmuebles o automóviles. Y temen las variaciones del mercado cambiario que impactan incluso sobre los precios de los productos básicos.
"La devaluación estaba prevista y vamos a salir perjudicados los trabajadores. Vamos a tener una situación complicada, vamos a estar en la pobreza y va a ser mucho más difícil la situación", dijo a la AFP tras el anuncio, Gabriel Álvarez, un profesor de 57 años.
Una consulta en el sitio de la cadena de tiendas de autoservicio Hiper Libertad, refiere que un litro de leche en una sucursal de Córdoba cuesta 1,068 pesos argentinos, lo que equivale a 1.33 dólares o 22.69 pesos mexicanos.
En tanto, un litro de Coca Cola sabor original, vale 693 pesos de Argentina, lo equivalente a 0.86 dólares o 14.72 pesos mexicanos.
Hoy lunes 18 de diciembre, los mercados de Argentina iniciaron la semana con marcada expectativa a los próximos pasos que dará el nuevo gobierno del ultraliberal Javier Milei para encarrilar la golpeada economía del país austral.
Las medidas fiscales adoptadas resultan de emergencia para el Gobierno como parte de un plan para reducir los desequilibrios macroeconómicos vigentes", dijo Delphos Investment.
"Las medidas cambiarias apuntaron a lograr un cierre sustantivo de la brecha cambiaria, que paso de superar el 160% a cerca del 25%".
El peso en el mercado mayorista operaba con baja del 0,21% a 802,65 unidades ARS=RASL, en una plaza que continúa con liquidez regulada por el banco central (BCRA), entidad que pudo comprar la semana pasada del mercado unos 727 millones de dólares para sus escuetas reservas internacionales.
"El mercado cambiario busca reacomodarse después de la devaluación del peso en un contexto con demanda de importadores aún acotada. El BCRA aprovecha y canaliza gran parte de lo operado en el mercado único y libre de cambios", dijo la correduría StoneX.
Con información de AFP y Reuters.
