Aeroméxico alcanzó un nuevo horizonte en su historia al comenzar a cotizar en la Bolsa de Nueva York (NYSE), marcando un paso decisivo en su consolidación como una aerolínea de clase mundial.
Este hito representa mucho más que un movimiento financiero. Es la culminación de un proceso de transformación profunda que ha fortalecido a la empresa desde sus cimientos: modernización de flota, expansión internacional, disciplina operativa y una apuesta decidida por la innovación tecnológica. También simboliza la resiliencia de Aeroméxico, una compañía que ha sabido adaptarse, evolucionar y mantener el rumbo incluso en medio de los mayores desafíos que ha enfrentado el sector aéreo contemporáneo.
El ingreso al NYSE fortalece la capacidad de Aeroméxico para atraer inversión internacional, ampliar su acceso a capital y proyectar la marca México ante los ojos del mundo. “Este es un momento histórico para Aeroméxico y para México”, afirmó Andrés Conesa, director general de la compañía.