Aunque, debido a que los comercios necesitan atender a las personas en los lugares donde les gusta consumir, la omnicanalidad seguirá manteniendo un papel importante en sus planes de inversión.
Y, sin duda, el énfasis será cada vez mayor en el comercio electrónico, el cual facilita el lanzamiento de ofertas “a la medida” y la transparencia de información sobre los productos.
3. Futuro del trabajo. Cuando las y los colaboradores no experimentan un sentido de pertenencia, terminan confiando menos en sus empleadores.
Hoy, este fenómeno está provocando que muchas personas rompan sus relaciones laborales, haciendo necesario que las organizaciones actúen inteligentemente para mantener contento a su talento humano, el cual, a su vez, representa el activo que les brinda mayor valor.
En este sentido, muchas empresas siguen apostando por combinar el trabajo presencial y remoto, confiando en que su fuerza laboral está preparada para enfrentar los retos de un modelo híbrido. A la par, concentran su mayor inversión, enfoque y energía en garantizar la Diversidad, la Equidad y la Inclusión (DEI) en todos los niveles.
En conclusión, aunque la mayoría de las organizaciones del segmento de productos de consumo conoce el enorme valor de construir una relación de confianza con sus consumidores, solamente aquellas que perseveren e inviertan en realmente comprender sus necesidades, y las del mercado, conseguirán aprovechar esta oportunidad.
*Autor: Erick Calvillo, Socio Líder de la Industria de Consumo de Deloitte Spanish Latin America.