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El servicio social, ¿puede reinventarse?

Esta actividad es un requisito académico, pero puede convertirse en una gran oportunidad laboral; los jóvenes pueden adquirir experiencia y definir el área en que se especializarán, según expertos.
jue 29 octubre 2009 06:01 AM
Los trabajadores jóvenes acostumbran expresar claramente sus opiniones en sus centros de trabajo. (Foto: Jupiter Images)
MUJER-joven-empleo-empleada-ejecutiva-ji.jpg (Foto: Jupiter Images)

La falta de experiencia es una de las mayores adversidades que enfrentan los jóvenes profesionistas, de acuerdo con un estudio del Instituto de la Juventud (Injuve) del Distrito Federal.

Ante el panorama ‘gris' que vive esta población (alrededor de 85,547 personas de 20 a 29 años están desocupadas, refiere la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) las herramientas para adquirir ciertas habilidades laborales hay que adquirirlas desde la escuela, y una opción para ello es el tan sonado servicio social que, en muchos casos, lejos de ser un recurso al cual sacarle provecho es un trámite más.

"El reto que vive, actualmente, esta actividad es que los jóvenes adquieran cierta experiencia, y que las horas dedicadas se conviertan en una oportunidad para aplicar los conocimientos adquiridos", menciona la coordinadora de Servicio Social, de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, Claudia Ramírez, .

En opinión de la especialista, el servicio es un buen acercamiento, junto con las prácticas profesionales, para que el estudiante perciba las demandas laborales". Ahí, explica, se puede identificar la dinámica de un trabajo: cómo es la relación con el jefe, cómo presentar proyectos, y de qué manera contribuir como profesional a resolver determinados problemas.

A través de esta actividad, agrega la coordinadora, el joven debe desarrollar habilidades personales y de trabajo que le faciliten su incursión en el mercado laboral. No obstante las ventajas que puede representar esta herramienta, la encuesta El servicio social de la educación superior y su ámbito de incidencia en las regiones", realizada por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), revela lo siguiente:

- Sólo un 21% de los universitarios realiza una laboral relacionada con su formación profesional, 48% a veces y un 31% nada relacionado con ella.

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- Un 13% de los entrevistados señaló que desarrolla actividades ajenas a su perfil académico y a su nivel de formación; y

- Un 9% constató la falta de personal académico participando como tutor y un 10% describió la falta de seguimiento y evaluación de los programas.

Al respecto, Arturo Álvarez, maestro en Educación y Enseñanza Superior por la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), admite que en muchos casos el servicio no propicia el vínculo entre la formación académica y la realidad donde se aplica. Para evitar, afirma, que se utilicen a los estudiantes como auxiliares y mano de obra gratuita, las universidades deben contar con programas de evaluación para cerciorarse que el alumno desarrolla funciones que impactan en su formación.

"Los chicos, por su parte, deben tener contacto con su coordinación y, si tienen el típico problema de que sólo los ponen a sacar copias o traer cafés, deben solicitar su cambio de programa, pero en la realidad eso no siempre sucede".

Problema de fondo

Los resultados del estudio de la ANUIES muestran otras inquietudes, por ejemplo, un 50% de las instituciones indicaron que es muy elevado el número de créditos requeridos para iniciar el servicio social (70%). La especialista de la UAM señala que en esta etapa los alumnos ya tienen o están buscando empleo. Por ello, se ha propuesto (y algunas universidades ya lo llevan a cabo) que los estudiantes comiencen el servicio desde los primeros semestres, para que al acercarse al 70% de los créditos no se vean obligados a dejar de lado la oportunidad de trabajar.

Claudia Ramírez agrega que el servicio se sigue viendo sólo como un requisito administrativo, sin percatarse que en es una plataforma ideal para que los jóvenes comience a definir el tipo de valor agregado que le pueden dar a su profesión.

Exprimirlo al máximo

Una vez que la persona identifique el lugar donde efectuará su servicio, lo más importante es sacarle provecho. Por lo menos esa es la fórmula que recomienda Grupo Xcaret, empresa que se ha distinguido por sus programas de acercamiento con los universitarios. De acuerdo con información proporcionada por esta organización, estos son algunos de los puntos que los jóvenes no deben pasar por alto:

- Trabajo en equipo. Hay que dar un giro a la dinámica de organización que se lleva en el salón de clase, ahora encausándola a metas establecidas por la empresa.

- Ser proactivo. Se quedará en el puesto o permanecerá la persona que no teme levantar la mano para expresar sus propuestas (aunque el tema de las ‘palancas' para conseguir un puesto es vigente, es cierto que las empresas se fijan en quién aporta ideas a la hora de sacar adelante un trabajo).

- Disciplina y organización. Además de cumplir con las actividades, hay que prestar atención a la forma en que los superiores detectan los problemas y cómo diseñan estrategias para solucionarlos.

- Inteligencia emocional. Sensibilizarse hacia los problemas de los demás es parte del concepto de empatía que las compañías tanto promueven, como base de los principios de responsabilidad social; y esto es algo que se puede ‘vivir' a través del servicio.

- Networking. Es el momento indicado para iniciar una red de contactos o fortalecer la que ya se siente.

- Ponerse la camiseta. Lejos de pensar en que al servicio sólo se va a sacar copias (aun cuando esto pasa) es una oportunidad para aprender a desarrollar el sentido de pertenencia.

Los especialistas coinciden en que el servicio no debe verse sólo como un trámite, y en un futuro sería importante contar con un fondo más amplio para el financiamiento de este tipo de programas. Otra demanda ‘latente' es que esta actividad puede implementarse desde los primeros semestres y así los jóvenes van ubicando el tipo de habilidades que pueden desarrollar en ese período.

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