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¿Te aterra regresar a tu trabajo?

Volver a la oficina tras el receso de verano no es un escenario atractivo para nadie; tres de cada 10 empleados sufre irritabilidad y estrés, como resultado del síndrome postvacacional.
vie 20 agosto 2010 06:00 AM
Procura volver a tus tareas gradualmente para evitar los síntomas negativos de volver al trabajo tras un periodo de descanso. (Foto: Photos to go)
estres.jpg (Foto: Photos to go)

Quedan pocas semanas para que termine el verano, y quizá tú fuiste de los afortunados en tomar algunos días de descanso . El regreso a las labores cotidianas ¿te agobia? Podrías estar sufriendo el llamado estrés postvacacional.

Aunque en México no hay cifras exactas de cómo se presenta esta condición entre los empleados, en países como Estados Unidos alrededor del 30% de la población sufre este fenómeno y en Europa aumenta al 50%, según datos del Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés), y de la Universidad de Barcelona, respectivamente.

Quienes viven este problema, tras su incorporación al trabajo se siente decaídos, están ansiosos, con insomnio, dolores musculares, problemas digestivos e irritabilidad. Estos síntomas se agudizan en personas que no están a gusto con su vida laboral, comenta el médico Fernando González, de la Universidad Autónoma de Puebla.

Es un problema más frecuente en los colaboradores de entre 18 y 40 años, agrega el especialista. En el caso de los primeros, la gente joven que va ganando experiencia le estresa la idea de alejarse unos días y luego retomar sus actividades. Los segundos, también viven una etapa en que les cuesta romper la rutina, pero ellos porque deben cuidar el empleo e, incluso, les cuesta delegar sus actividades en alguien más de la oficina.

"Es lógico que esto suceda. En muchas empresas, pedir los días de vacaciones es hasta mal visto. O bien debes cumplir con una carga extra de pendientes para salir por dos días o máximo una semana. Entonces cuando el empleado compara el tiempo de trabajo con lo que descansará hay una clara desigualdad. Si a ello agregas problemas en tu oficina, el cuerpo reacciona de inmediato, casi a la semana de haberte incorporado otra vez a las actividades laborales", describe González.

Lo que más se suele extrañar, en el período postvacacional, es sentirte dueño, por unos días, de tu propio tiempo; tener la libertad para hacer actividades que se disfrutan o son imperantes, como ir al doctor, levantarse más tarde y convivir con la familia. "Si la empresa maneja esquemas más flexibles, que faciliten realizar alguna actividad con cierta periodicidad, como tener permiso para ir al médico, la apatía al regreso es menor", indica el especialista.

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¡Batería recargada!

Para disminuir este fenómeno, lo más recomendable e s tener una buena organización antes de irse de vacaciones , no dejar agendas reuniones ni tareas tediosas para la vuelta, sugieren estudios elaboradores por el portal del empleo, Trabajando.com México.

Antes de poner un pie en la oficina, es importante tomarte un tiempo del descanso para evaluar si lo que estás haciendo te satisface o no, de lo contrario es un bueno momento para considerar otra opción laboral . Claro, no es una decisión que tomes "de trancazo", pero puedes ir evaluando escenarios, viendo cómo y a dónde quieres enviar tu currículo, recomienda la orientadora vocacional por la UNAM, Leticia Mondragón.

La directora general de Trabajando.com, Margarita Chico, enfatiza que los primeros días cuesta retomar el ritmo y actualizarse en pendientes. Lo recomendable es comenzar paulatinamente y sin estresarse para no perder lo avanzado en el período de descanso.

Otra buena medida, si saliste de la ciudad, es regresar algunos días antes y retomar funciones cotidianas como levantarse más temprano, preparar tus alimentos e ir de compras. Esto permite adaptarte a tus horarios y obligaciones de manera paulatina.

La orientadora vocacional aconseja retomar las actividades prioritarias durante la primera semana, y no saturarte queriendo revisar -con detalle- cada pendiente.

También hay que ver ese regreso como una oportunidad para modificar hábitos que te estresan en lo laboral, por ejemplo, la mala comunicación entre los compañeros de trabajo o dedicar demasiado tiempo a cuestiones que retrasan la entrega de tus pendientes, como navegar parte del día en la red.

A su vez, los jefes deben procurar que no todos los trabajadores salgan al mismo tiempo, para no cargarle la tarea sólo a uno, así como definir con anterioridad los trabajos que se realizarán durante este período, teniendo en cuenta las ausencias y la escasez de personal, subraya Margarita Chico.

Son varias las medidas para evitar el desgaste temprano luego de unas merecidas vacaciones, sin embargo, lo más recomendable es evitar los períodos prolongados sin hacer un receso, porque eso genera en el empleado la sensación de "hartazgo y cansancio que resulta difícil eliminar con tan sólo unos días", puntualiza Fernando González.

Y tú ¿saliste este verano de tu oficina?

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