Para triunfar, el talento no lo es todo

Pensar que un profesionista es excelente en todas las tareas, el primer error en la administración; la clave para destacar en un trabajo es detectar aptitudes y convertirlas en fortalezas: expertos.
talento joven mujer oficina (Foto: Jupiter Images)

En el ámbito corporativo hay dos palabras que dominan el escenario: "innovación" y "talento". Aunque el desarrollo de ambos conceptos es importante en la vida de una organización, no significa que ese cometido siempre se cumpla.

Lo que es más, "si el clima laboral está del demonio, por mucho que identifiques talento individual", no se da el mismo avance, afirma Héctor Noriega, Socio 'People & Change de Advisory', de PricewaterhouseCoopers, quien agrega que existen ciertos mitos respecto al desarrollo de talento.

"Todas las personas tienen aptitudes o destrezas sobresalientes, que pueden desarrollar en forma muy productiva", comenta la especialista en psicología infantil, Patricia Fernández. Un error en las organizaciones, y como profesionistas, es que muchas veces se desconoce cuál es el talento de ese colaborador

. Por ello, "no se llega a hacer el número", expresa Noriega.

El especialista asegura que, tras varios años, algunos profesionistas pueden llegar a sentirse "insuperables", porque tienen una estructura de trabajo y una "forma de ser" en cierta empresa muy definidas. Pero, cuando cambian a otra organización "se dan cuenta que no es así", dice Noriega. Eso significa que no basta con tener un talento, hay que trabajarlo para convertirlo en una fortaleza productiva.

En materia de negocios, ¿cuáles son algunos escenarios en lo relativo a

? De acuerdo con Noriega, quien participó en el Congreso Internacional de Recursos Humanos (celebrado el pasado 7 y 8 de abril en la c iudad de México), estas son algunas de las situaciones que se viven en las empresas: 

Mito 1. Se puede ser competente en casi cualquier cosa.

Mentira. No porque hagas mucho o te capacites diario, en automático serás talentoso. Lo que más se puede desarrollar es donde ya están tus aptitudes. "Es un error que aunque suena básico lo comentan la mayoría de las empresas. Necesitan saber para qué son buenas las personas" que contratan.

Los talentos de cada persona son permanentes y únicos, agrega Noriega. Si ya eres bueno en determinados aspectos, "no lo dejarás de ser en tres años", afirma. El mayor potencial de crecimiento en una persona está en lo que ya tiene como fortaleza. "(Como organización), no estamos sabiendo identificar dónde están las fortalezas de cada uno para

", explica el experto.

Mito 2. El talento requiere dedicación.

Cierto. En opinión de Héctor Noriega, de nada sirve ser talentoso si no lo complementas con esfuerzo y ejercitas esa aptitud constantemente. "Ahí es donde las organizaciones pierden camino, porque cuando te contratan dicen: ‘tienes talento para esto', pero después de dos o tres años esa cualidad necesita desarrollarse. Es decir, "hay que hacer crecer a la gente para explotarlo", sin embargo, pocas compañías dan seguimiento al talento, afirma Noriega.

Mito 3. El crecimiento profesional es cosa del empleado.

Mentira. Para Patricia Fernández, aunque el desarrollo de las aptitudes no depende sólo de los jefes (el colaborador necesita invertir en ello), si

quiere a gente comprometida y productiva debe tener un plan de desarrollo de talento.

"No puedes pensar: ‘que la persona talentosa cumpla mis objetivos y ya". Empleado y compañía necesitan apoyarse entre sí. "Es como las relaciones de pareja: ‘si a mí me gusta el ballet y a mi pareja las luchas, hay que apoyarnos', o termina por deteriorarse la convivencia. Las organizaciones van evolucionando y de la misma manera aumenta la necesidad de tener a talentos que puedan apoyar", puntualiza Héctor Noriega.

Mito 4. Con talento basta.

Mentira. El talento, explica el consultor de PricewaterhouseCoopers, es "el

", pero hay que transformarlo en una fortaleza, y para ello hay que entrenarse en esa aptitud una y otra vez.

La prueba de fuego es que esa fortaleza se manifieste en forma constante, y eso se logra capacitándose continuamente, a través de nuevos conocimientos y en las experiencias laborales, detalla Noriega.

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