Silicon Valley ‘educa’ a inmigrantes
Un grupo de líderes empresarios de Silicon Valley , impacientes con las reformas en leyes de inmigración, hacen esfuerzos de financiamiento para ayudar a jóvenes indocumentados a asistir a la universidad y permanecer en el país. El grupo incluye a Jeff Hawkins, inventor del Palm Pilot, las fundaciones de la familia de Andrew Grove, cofundador de Intel Corp., y Mark Leslie, fundador de la antigua Veritas Software Corp, según una nota del diario The Wall Street Journal
Laurene Powell Jobs, viuda del cofundador de Apple, Steve Job, ha apoyado durante varios años a los estudiantes indocumentados a través de sus organizaciones en las que se ayudan a alumnos de secundaria de bajos ingresos.
El dinero de Silicon Valley es parte de una respuesta más amplia de estados e individuos ante el Congreso, que no ha aprobado el llamado "Dream Act", una legislación federal que ofrecería un camino a la legalización para los inmigrantes indocumentados que se gradúan de una escuela secundaria, asisten a la universidad o se alistan en el ejército estadounidense.
"Creemos que la inacción del Congreso es devastador para estos estudiantes y trágico para el país", dijo Powell Jobs, quien fue uno de los primeros en el sector de tecnología en respaldar la iniciativa de ley Dream Act.
El enfoque de la filantropía en Silicon Valley es "Educadores para una Consideración Justa", o E4FC, una organización no lucrativa que da becas, asesoramiento profesional y servicios jurídicos a estudiantes traídos de forma ilegal hacia Estados Unidos cuando eran niños.
Las empresas que conscientemente contratan a inmigrantes indocumentados pueden enfrentarse a sanciones civiles y penales.
Otra de la ideas de los empresarios de Silicon Valley que realizan donaciones a este fondo es la posibilidad de utilizar prácticas no remuneradas como una forma para que los estudiantes llamen la atención de empresarios, que más tarde podrían ser patrocinadores de una visa de trabajo legal.
Después de ayudar con pequeñas donaciones a docenas de estudiantes por medio de las universidades, la organización basada en San Francisco se expandió con el dinero de los líderes de empresas de alta tecnología.
Según el diario, en la actualidad la entidad ha recurrido a abogados de inmigración para ofrecer asesoramiento legal a cientos de estudiantes indocumentados.