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4 errores que te pueden costar el empleo

Poner pretextos para faltar al trabajo o no convivir con los compañeros, son motivos de despido; mostrar compromiso y disponibilidad con la empresa te puede abrir más puertas en la organización.
mar 27 marzo 2012 06:03 AM
Uno de los motivos de despido puede ser que pidas un aumento mientras hay recortes laborales, lo cual demuestra tu falta de criterio. (Foto: Thinkstock)
DESEMPLEADO (Foto: Thinkstock)

Con 2.6 millones de mexicanos que no logran colocarse en el mercado laboral, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la idea de perder el trabajo ¡intimida!

Podría pensarse que la clave para conservar el empleo es cumplir "bien" con tus obligaciones. La mala noticia es que ni eso, ni pasar horas extras, es suficiente. El despido puede surgir por otras razones, como ser un empleado arrogante o ‘invisible' ante los ojos del jefe.

Mientras que muchos colaboradores se preocupan por cuántos trabajos aparecen en su currículo, otros, como Ana Ruvalcaba, pierden su puesto de un día para otro, aún con probada experiencia.

"El argumento fue que mi puesto sufriría cambios y por esa razón debían prescindir de mis servicios. La verdad es que la relación con el equipo era muy mala, esa fue la razón de peso", platica la contadora.

Otro argumento por el cual podría pensarse en un despido es no dar los resultados esperados. En realidad, los empleadores ponen su atención en otros aspectos, al momento de decidir quién se queda o quien se va , entre éstos la habilidad para manejar conflictos entre compañeros y generar empatía, señala el estudio Are They Really Ready to Work (Están realmente listos para trabajar), realizado por la asociación Partnership for 21st. Century Skills.

Tal vez no sea justo salir de la organización porque piensas que eres más inteligente que tu jefe, porque le llevas la contraria cuando sientes que no tiene la razón, o porque eres ‘alérgico' a tus compañeros de equipo, pero esto sucede. Aquí, cuatro situaciones que colocan al candidato en probable despido.

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1. Eternamente enfermo. Es necesario tomar días de descanso cuando la salud lo demanda, pero si optas por faltar demasiado, en los días menos prudentes, eso podría significar que a larga tendrás más tiempo libre, es decir, serás despedido.

"Hay trabajadores que siempre tienen una "razón" para faltar cuando hay situaciones críticas en la oficina, como entrega de reportes, peticiones extras de trabajo o realización de un evento. Eso manda el mensaje de haber perdido interés en lo que se hace", menciona Patricia Noriega Hernández, psicóloga laboral con experiencia en reclutamiento.

Un sondeo elaborado por Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial señala que uno de cada cinco empleados, al menos en una ocasión se ha reportado enfermo a causa del estrés , pero mienten respecto al padecimiento por el cual se ausentan.

Por su parte, el portal Trabajando.com señala que cuatro de cada 10 mexicanos inventa la muerte o enfermedad de un familiar para faltar, otro pretexto común es que se averió el coche o se tuvo un accidente.

De un universo de 3,000 entrevistados, 16% asegura que recurre a esos y otros pretextos cuando necesita hacer trámites o para atender otras entrevistas laborales.

"Abandonar la empresa en medio de una temporada muy ocupada genera una mala reputación, respecto a desempeño. Además, jefes y compañeros terminan por darse cuenta que son mentiras y que la falta en fechas estratégicas se ha convertido en una rutina para el empleado , lo cual puede dar lugar al despido", comenta Roy Cohen, autor del libro The Wall Street Professional's Survival Guide.

2. Empleado ‘anónimo'. Las personas que evitan hablar con sus compañeros, huyen de los festejos de cumpleaños de la gente del equipo, comen solos, y detestan la comunicación con sus superiores, difícilmente se le considera para un puesto estratégico, y podrían estar en ‘el blanco' de ser despedidos al presentarse un recorte. La razón: son invisibles para el grupo de trabajo.

"No es suficiente trabajar duro, quedarse hasta tarde y ser bueno ", explica Noriega Hernández. "Hay que jugar en un equipo, si no das a conocer tus ideas e inquietudes a otros, ¿cómo te tomarán en cuenta?" La falta de empatía orilla a que, ante la necesidad de un recorte, el empleado anónimo se convierte en la primera opción.

3. Adiós a la arrogancia. Es importante "vender" tu talento para ocupar un puesto, pero hay una diferencia entre promoverse y sentir que eres el único con ideas atractivas en la organización. La falta de humildad puede sumarte puntos  para ser despedido.

La alternativa para avanzar en el terreno laboral es ajustarse a la organización, no pretender que ésta se adapte a lo que deseas como empleado, de acuerdo con Mayra Ortega, directora general de la Bolsa de Trabajo y Headhunter Lucas5.

Noriega añade a esa característica, el "sentido común". Si quieres pedir un aumento en una etapa de recortes laborales, eso denota falta de criterio, señala la experta.

"No significa que nunca pidas un incremento, pero hay que saber cómo y cuándo hacerlo . Lo peor de un empleado es que al recibir un ‘no', se muestre enojado y hasta amenace con buscar otra opción".

Noriega señala que otro error es sentirse "irremplazable". Hay quienes desafían o no prestan atención a las indicaciones del jefe, por considerarse que son los únicos en hacer ciertas funciones y, por ello, no prescindirán de sus servicios. La realidad apunta a lo contrario.

4. En las buenas y en las malas. Dice el refrán que a las verdaderas amistades se les conoce en los momentos difíciles. Algo similar sucede con el trabajo, es imposible ser un empleado "estrella" todo el tiempo, en el trabajo se comenten errores, el problema es que el colaborador tenga dificultades para admitir sus fallas y, peor aún, culpa a otros de su mal desempeño. Eso resta credibilidad y profesionalismo al empleado, indica Noriega.

Otro elemento a cuidar es la fidelidad, a nadie le gusta que un amigo lo abandone ante una dificultad. Aplicado al terreno laboral, a ninguna empresa le agrada que un colaborador jure apoyo a la firma al ser contratado, y al primer problema renuncie. Ser un empleado poco comprometido y "dar la espalda" coloca a la persona en la lista de los colaboradores menos favorables.

 

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