¿Trabajas en un ambiente tóxico? Evítalo
¿Has escuchado estos comentarios?:
"Bueno, buenos días. Que amable de tu parte unirte a nosotros finalmente".
"Siempre se toma largas comidas".
"Me gustaría poder salir a las 4:30 todos los días... ¡Debe ser lindo!".
"¿Es que alguna vez está su escritorio?".
"Claro, debe ser genial trabajar desde casa todos los viernes".
"Parece que ella utiliza todos sus días de enfermedad para ir de compras".
"Oh, está en casa con un hijo enfermo... otra vez. Tengo que conseguirme un niño".
¿Alguna de estas frases te suena familiar? Nosotros las llamamos "lodo".
El lodo son los comentarios que refuerzan la idea de que no se puede confiar en la gente para que tenga autonomía. Identificamos al lodo como una de las barreras más poderosas y persistentes en un lugar de trabajo productivo, creativo y satisfactorio cuando desarrollamos la estrategia Results-Only Work Environment (ROWE) (ambiente de trabajo de sólo resultados).
El lodo puede ser un chisme malintencionado o incluso bromas. Nosotros enlodamos (es un sustantivo y un verbo) por muchas razones pero, en última instancia, tiene la intención de avergonzar directa o indirectamente a un compañero de trabajo por no abordar el trabajo de la manera en que se "supone" que debe hacerlo.
El lodo es una fuerza poderosa para mantener el statu quo e implica que el trabajo sólo se realiza en la oficina de 9 a 6. Sigue la fórmula: Resultados = Tiempo + presencia física
Esa fórmula es una reliquia de una economía industrial que trata a las personas como piezas de fábrica intercambiables. En la economía creativa, la nueva fórmula es: Resultados = Resultados. Punto.
Es difícil creer que éste sea un concepto revolucionario. Los líderes quieren toda la imaginación, energía y pasión de cada persona en la organización, pero hacen poco por limpiar el lodo tóxico que refuerza la idea de que cualquier persona que opera fuera de las normas establecidas pierde el tiempo. En un ambiente de trabajo de sólo resultados, cada empleado tiene partes iguales de autonomía y responsabilidad. Hazte responsable de tu trabajo y haz que se cumpla como un adulto. Es así de simple.
Puede que el polvoriento lugar de trabajo de antaño esté derrumbándose poco a poco, pero incluso aquellos de nosotros con las mejores intenciones todavía tenemos algunas tendencias tóxicas que mantienen viva la mentalidad tipo fábrica. Aquí hay tres cosas que puedes hacer para eliminarla de tu vida.
1. Pon atención al lodo
En un primer momento, escucharás lo obvio. Escucharás lo que parece ser un inocente comentario de un compañero de trabajo "¡Qué amable de tu parte haber venido hoy!". Y lo reconocerás como lodo. Entonces reconocerás en ti mismo lo que llamamos una conversación de "enlodar la espalda" (es decir, hablar a las espaldas de alguien). Este es el lodo que arrojas sobre un compañero de trabajo que no está cerca para oírte:
Un compañero de trabajo: "¿Cómo es que Steve está recibiendo un ascenso. Ni siquiera está nunca por aquí".
Otro compañero de trabajo: "Ya sé, y cuando está aquí, toma largos almuerzos y llega tarde".
Tú: "¿Y qué tal con las caminatas que toma después de sus largos almuerzos de los martes? Eso se está volviendo ridículo".
Cuanto más escuchas en busca de lodo, más comenzarás a escuchar las versiones sutiles de él, no sólo a tu alrededor, sino desde ti mismo.
2. Señálalo
Cuando escuches que estas frases tóxicas aparecen en la conversación, cortésmente señala a la persona que las dice. No permitas que tú u otra persona se sienta culpable o juzgado por una norma obsoleta. Vivimos en un tiempo increíble donde muchos de nosotros (algún día, tal vez todos nosotros) podemos ser dueños de nuestro trabajo y vivir de acuerdo con los resultados que logramos, no con el tiempo que pasamos frente al escritorio en la oficina.
Ponte de pie y rebélate contra el sistema, no seas parte de él. El contador que ha trabajado toda la noche para cumplir una fecha límite no debe ser avergonzado por sus compañeros por "llegar tarde", y la madre que sale de la oficina a las 3 de la tarde para asistir al recital de ballet de su hija no debe ser cuestionada por vecinos de cubículo entrometidos sobre por qué está saliendo "temprano".
Una manera sencilla de redirigir la conversación cuando escuches esa habladuría negativa es decir: "¿Hay algo que necesites?" Por ejemplo, alguien te ve salir a las 2 de la tarde y dice: "¿2 pm? ¿A dónde vas tan temprano?". Tu respuesta: "¿Hay algo que necesites?" El lodo se detiene en seco y la conversación vuelve a los resultados. O, si un compañero de trabajo te dice: "¿Viste llegar a Allison a las 10 de nuevo?". Tu respuesta sería: "¿Necesitas algo de ella?" Lodo evitado y de vuelta a asuntos más importantes.
3. No enlodes a los demás para quedar bien
Enlodar a los demás da los compañeros de la oficina la oportunidad de verse como empleados valiosos y trabajadores, independientemente de lo bien que en realidad se desempeñen. No seas el tipo que lanza a un compañero de trabajo a las vías por haber llegado "tarde" 15 minutos o por no abordar el trabajo exactamente como tú lo haces. Enfócate en los resultados y si necesitas quedar bien, entonces hazte responsable de tu trabajo, piensa más acerca de tus clientes y tu empresa, y haz progresos por ellos.
Trabajar en un equipo sin lodo es liberador. La culpa se evapora. La productividad aumenta.
Todos los empleados prefieren trabajar en un ambiente libre de lodo - y todo lugar de trabajo se beneficiaría de la erradicación de esas habladurías. También liberaría a la gente de políticas y normas anticuadas, y daría a todos el espacio para hacer su mejor contribución, a su manera.