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El ABC de Bill Clinton sobre liderazgo

El expresidente de Estados Unidos dice que un líder debe unir a la gente en torno a una causa común. un buen liderazgo se expresa al desarrollar un plan y ser perseverante con los objetivos.
lun 24 marzo 2014 06:03 AM
Bill Clinton asegura que Nelson Mandela e Isaac Rabin fueron buenos modelos para él. (Foto: Cortesía de Fortune/Wesley Mann)
clinton (Foto: Cortesía de Fortune/Wesley Mann)

El expresidente estadounidense destila su sabiduría y comparte con Fortune su noción de liderazgo, las cualidades que debe reunir un líder y las lecciones que debe aprender.

¿Qué significa para usted el liderazgo?

Liderazgo significa unir a la gente en la búsqueda de una causa común, desarrollar un plan para lograrlo y adherirse a él hasta alcanzar el objetivo.

Si el líder ejerce un cargo público o privado con otras responsabilidades definidas, el liderazgo también exige la capacidad para llevar a cabo esas tareas y responder a los problemas imprevistos y a las oportunidades cuando se presentan.

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Es útil ser capaz de articular claramente una visión de hacia dónde quieres ir, desarrollar una estrategia realista para llegar allí, y atraer a personas comprometidas, con talento y con una amplia variedad de conocimientos, perspectivas y habilidades para hacer lo que deba hacerse.

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En el mundo moderno, creo que es más probable que se den resultados positivos duraderos cuando los líderes practican la inclusión y la cooperación en lugar del unilateralismo autoritario. Incluso aquellos que lideran el camino no tienen todas las respuestas.

¿Qué atributos comparten los líderes?

Los une la perseverancia en la búsqueda de un objetivo, la flexibilidad para determinar la mejor manera de lograrlo. El valor de tomar una decisión difícil, y la confianza para mantenerla y explicarla. El sentido común para escuchar a los demás y hacer que participen. Y la fortaleza para aceptar cuando te equivocas o cuando una determinada política no está funcionando.

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Tienes que ser capaz de confiar en los demás y en tus instintos tanto como en tu intelecto. Por último, si el objetivo es conseguir que se haga algo respecto a un tema que es a la vez importante y controvertido, tienes que ser capaz de conceder  y al mismo tiempo saber qué límites no puedes cruzar.

¿Cómo aprendió a ser un líder?

Cuando era muy joven aprendí a respetar la dignidad humana de todas las personas que conocía, observarlos de cerca y escucharlos atentamente. Gracias a los adultos de mi familia aprendí que todo el mundo tiene una historia, pero no todos pueden contarla.

Aprendí que la mayoría de las heridas más grandes de la vida son auto-infligidas, que intentar y fallar es mucho mejor que no intentarlo en absoluto, que todo el mundo comete errores, pero la mayoría de las personas son básicamente buenas.

Como un niño que creció en los años de los derechos civiles, y luego durante Vietnam, llegué a ver la política como una manera de ayudar a que otras personas mejoren sus propias historias de vida. Durante todo mi camino aprendí mucho de otros líderes, especialmente de aquellos que me dieron su amistad y me compartieron sus propias experiencias.

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Isaac Rabin me enseñó que uno no hace las paces con amigos. Nelson Mandela me dijo y me enseñó que no se puede ser un gran líder si te motivan el resentimiento y el odio, no importa cuán justificados sean esos sentimientos. Para ser libre para liderar, tienes que dejar ir muchas cosas. Estoy agradecido con ellos y con todos los que me enseñaron a buscar en los ojos de quien tuviera frente a mí sus sueños y sufrimientos, sus esperanzas y temores.

¿Quiénes son los grandes líderes en su opinión?

Hay demasiados para mencionarlos, así que me referiré a unos pocos. Nelson Mandela e Isaac Rabin eran grandes por las razones que he mencionado y más. Helmut Kohl supervisó la reunificación de Alemania, la Unión Europea y la creación de la zona euro.

Bill y Melinda Gates han construido su extraordinaria fundación, que está salvando y mejorando un sinnúmero de vidas, impulsados por el principio de que todas las vidas tienen el mismo valor. Ellos desinteresadamente dan su dinero, tiempo y conocimientos para ayudar a resolver problemas de salud y desarrollo a nivel mundial. Muhammad Yunus y Fazle Abed han empoderado a gran número de personas pobres para que vivan una vida más productiva.

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La determinación de Aung San Suu Kyi ayudó a que su país se abriera al mundo e inspiró a las mujeres y niñas de todo el mundo.

Este artículo pertenece a la edición de Fortune del 7 de abril de 2014.

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