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Títulos ‘patito’ afectan a jóvenes en Estados Unidos

Muchos estudiantes de EU deben altos préstamos estudiantiles a cambio de títulos sin valor; las universidades con fines de lucro han sido señaladas por su mala calidad y altas tarifas.
mar 11 noviembre 2014 06:00 AM
El idioma inglés, la computación y la atención a clientes son habilidades deseables en los estudiantes. (Foto: Getty Images)
jovenes

Estudiantes en todo Estados Unidos gastan decenas de miles de dólares por títulos que terminan siendo completamente inútiles.
Rosalyn Harris, una madre soltera desempleada que nunca había ido a la universidad, pensó que obtener un título sería el boleto hacia una nueva vida. Así que, a los 23 años, se inscribió en un programa de Justicia Penal de dos años en la universidad privada Everest College en Chesapeake, Virginia.
Pero las oportunidades de trabajo que la escuela prometió nunca ocurrieron, y todo lo que obtuvo fueron más de 22,000 dólares en deuda de su préstamo estudiantil. Dijo que las clases eran terribles, no recibió la formación que necesitaba y, como resultado, pasó meses después de la graduación buscando puestos de trabajo en justicia penal sin recibir una llamada de vuelta.
Desesperada por empezar a pagar algunas de sus facturas, Harris finalmente aplicó para cualquier tipo de trabajo de nivel base que pudiera encontrar. Un año después de que se graduó, finalmente encontró un empleo de salario mínimo como reabastecedora de estanterías en Victoria's Secret.
"Mi único propósito de ir a la escuela era mejorar mi vida para mí y para mi hijo”, dijo. “Pero ahora me gustaría nunca haber ido”.
Everest es un miembro del gigante Corinthian Colleges, que ha sido acusado por las agencias federales de operar un esquema de préstamos abusivos, al aprovecharse de los estudiantes de bajos ingresos e inflar falsamente las cifras de inserción laboral. Corinithian está cerrando y vendiendo sus escuelas, dejando a miles de graduados enganchados con préstamos que obtuvieron.
Un portavoz de Corinthian confirmó que Johnson se graduó con todos los créditos, pero no fue capaz de colocarla en un empleo. Dijo que la escuela sí le proporcionó asistencia de carrera y afirmó que el programa de Justicia Penal tiene una tasa de inserción laboral del 75%, del que dijo es “un fuerte resultado para cualquier programa educativo”.
También disputó las acusaciones en contra de la escuela, y señaló que la tasa de impago del préstamo estudiantil de Corinthian, de hasta 27% en sus campus Everest College, es más baja que la de otros colegios comunitarios y sus tasas de graduación y colocación laboral son más altas.
Y aunque Corinthian tiene una reputación particularmente mala, la industria de las universidades con fines de lucro en su conjunto a menudo es criticada por atraer a estudiantes de bajos ingresos con falsas promesas y por no proporcionar educación que haga calificar a los estudiantes para los trabajos.
No sólo eso, sino que la escuelas con fines de lucro generalmente cuestan el doble o el triple que las instituciones públicas como colegios comunitarios, y la tasa de morosidad, 19% el año pasado, fue la más alta de entre todos los sectores.
Vantrell Echols, de 36 años de edad, de Georgia, desea nunca haber recibido una llamada telefónica de la escuela con fines de lucro Lincoln College of Technology en 2008. Dijo que la escuela pasó seis meses convenciéndolo para inscribirse; prometiéndole proporcionar toda la formación y ayuda que necesitaba para encontrar un trabajo bien remunerado en Ciencias de la Computación. Había estado sin empleo durante más de un año y estaba desesperado, así que decidió probar.
Pero al inscribirse en el programa de Ciencias de la Computación, dijo que la calidad de la educación “era una auténtica broma” y que la asistencia laboral era inexistente.
“Ellos nos venden a muchos de nosotros sueños acerca de ayudarnos, calificarnos para un empleo, ayudarnos con los empleos, (pero) tuve que pedir a los compañeros que me ayudaran, porque los maestros no lo hacían. Muchos de nosotros nos graduamos con honores pero no aprendimos nada en nuestros campos”, dijo.
El presidente de Lincoln Education Services, Shaw Lincoln, defendió la reputación de la escuela ante CNNMoney, haciendo alarde de su 75% de tasa de colocación laboral y señalando ejemplos de egresados exitosos como el director general de VMWare (que se graduó en 1979).
Pero Echols dijo que después de haber acumulado más de 20,000 dólares en deuda por asistir al programa de un año, no era capaz de encontrar un solo puesto de empleo en Informática. Todavía está desempleado, no tiene hogar; y está convencido de que estaría mejor sin el título que figura en su currículum.
Dice que varios empleadores le han dicho que no ven su título como creíble debido a la reputación de la industria de la educación con fines de lucro y porque otras personas que han contratado de esa escuela no han mostrado las habilidades necesarias para el trabajo.
“Han arruinado mi vida y las vidas de muchos de mis compañeros”, dijo.
Shaw dijo que se le proporcionó a Echols amplia asistencia profesional y que no está seguro de por qué Echols no pudo encontrar un trabajo. “Hay un límite a lo que podemos hacer; en algún momento el estudiante tiene que participar”, dijo.
Pero este tipo de historias están apareciendo con tanta frecuencia que incluso el gobierno de Estados Unidos tomó medidas la semana pasada. De cara al futuro, los colegios con fines de lucro se arriesgarán a perder la ayuda federal para estudiantes si los pagos promedio de préstamos a graduados superan el 20% de los ingresos discrecionales o el 8% de los ingresos totales.
“Demasiados estudiantes que trabajan duro se encuentran enterrados en deudas con poco que mostrar a cambio de ellas”, dijo la secretaria de Educación, Arne Duncan, en un comunicado.
Los senadores Jeff Merkley de Oregon y Tom Harkin de Iowa están presionando por una legislación que va un paso más allá. Ellos argumentan que una laguna en las leyes federales permite a algunas instituciones ofrecer programas que no están autorizados o acreditados a nivel estatal o federal. Eso significa que los graduados terminan con títulos que pueden sonar legítimos, pero que carecen de sentido para muchos empleadores.
Los dos senadores que introdujeron la legislación el mes pasado buscan tomar medidas enérgicas contra estos “títulos sin valor”. La legislación requeriría cursos para obtener licencia antes de permitir que las escuelas acepten dinero federal como dólares de préstamos estudiantiles o ayuda financiera.
“Al aprobar este proyecto de ley se asegurará que una universidad ya no pueda cobrar miles de dólares por un título que no los prepara para trabajar en el campo que se les prometió”, según una declaración sobre el proyecto de ley.

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