Y luego preguntas por qué no te contratan
El 90% de los reclutadores sabe a los 15 minutos de una entrevista si el candidato es apto para un puesto y, contrario a lo que pudiera pensarse, no descartan a la persona por falta de experiencia, lo hacen por su poca o nula habilidad para desempeñarse durante este encuentro y para ofertar su talento , refiere una encuesta de Harris Poll, empresa especializada en estudios de mercado para firmas de Recursos Humanos.
Las expresiones faciales, la postura y la resistencia a contestar ciertas preguntas pueden revelar más información del candidato que lo expresado en su currículum, o en la charla con el reclutador, dice Leticia Vallejo, psicóloga industrial adscrita a la UNAM y especialista en entrevista laboral.
El estrés y la presión por parecer un candidato perfecto influyen en que la persona se centre, 70% de las veces, en apegarse a cierto guión, por ejemplo, en aquello que escribió en el CV, pero “si la persona no tiene un desempeño personal de impacto, eso habla de alguien que no se preparó para el encuentro”, expresa Vallejo.
Mientras más candidatos apliquen por una posición o mayor habilidad de comunicación requiera el puesto, menos tolerantes son los reclutadores ante las fallas de un candidato, porque asumen que éste entiende la importancia de llegar preparado, emocional y profesionalmente, agrega la psicóloga laboral.
Sin embargo, 65% de los reclutadores expresa que los candidatos a un puesto no tienen capacidad para mantener si quiera contacto visual, mientras 26% señala como error fatal poner los brazos cruzados durante la entrevista, según la encuesta realizada por Harris Poll a 2,195 reclutadores, entre anglo parlantes y de habla hispana, en Estados Unidos.
Ese estudio arrojó que quienes buscan trabajo suelen enfocarse en explicar lo que aparece en el CV, al menos en tres de cada cinco entrevistas que realizan, dejando en segundo término otros puntos – y no la poca o mucha experiencia- que pueden dejarlos fuera. Aquí cinco situaciones que debes considerar:
1. Acaparar el micrófono. Esta expresión se refiere a la actitud que toman algunos candidatos. Pensando en una plática de 30 minutos, la persona se enfoca 20 minutos en hablar de su persona; lo que ha hecho y aquello que sabe de la industria. Proyectar experiencia no es malo, pero hay que dejar al reclutador hablar para conocer la expectativa que tiene del candidato.
“No hay que hacer de la entrevista un ejercicio de ego”, explica Andy Teach en el libro De la Graduación a la Empresa (‘From Graduation to Corporation’).
Tampoco es aconsejable hablar todo el tiempo en pasado, por ejemplo, 'lo que hice hace cinco años'. Se necesitan ejemplos laborales que proyecten para el nuevo puesto, como 'yo sumaría a esta posición lo siguiente', menciona Leticia Vallejo.
2. Desconocer el valor de marca. Nadie mejor que el candidato para describir porque es único para esa posición. Después de todo ¿quién tiene cinco, 10, 15 años de experiencia? ¿tú o el reclutador? Aunque este punto parezca obvio, el candidato se olvida de preparar un discurso de entre cinco y 10 minutos, orientado a qué fortalezas laborales y, sobre todo, personales, tiene parar cubrir el puesto, cita Andy Teach.
3. Culpar a otros. Una actitud recurrente del reclutador es conocer los logros de puestos anteriores o saber por qué se anhela cambiar el trabajo. A esa inquietud, muchos candidatos responden culpando al ex jefe o la cultura de la empresa, por no haber llegado a resultados.
Aunque la crítica al anterior empleo sea justificable, no es el momento ni el reclutador la persona indicada para recibirla. Si no se tiene un resultado numérico, hay que centrarse en retos y cuánto se aprendió de ellos, dicen los especialistas.
“Hay quien en lugar de criticar opta por comentarios como: en ese lugar no me dejaron hacer mi trabajo. Eso te hace quedar igual de mal”, precisa Vallejo.
4. Inseguridad en la comunicación. Sea que entreviste el responsable de Recursos Humanos de la empresa, o el reclutador de una firma de atracción de talento, ambos califican desempeño en la entrevista y es aquí donde los candidatos pierden puntos. El 22% de los reclutadores aseguran que el candidato no puede, siquiera, dar un apretón de manos fuerte; 30% dice que el entrevistado tuvo una mala postura, y 29% asegura de que el aspirante estuvo inquieto en su asiento. Estos comportamientos revelan inseguridad y poco cuidado en la imagen personal, lo que resta puntos, indica el estudio de Harris Poll
5. Nulo autoconocimiento. Un error común entre quienes buscan trabajo, sobre todo jóvenes, o quienes han pasado muchos años en un mismo empleo, es pensar que con utilizar términos como “dedicado, puntual, experimentado en el sector”, es suficiente para ser contratable.
La realidad es que al reclutador le interesa conocer “el lado oscuro o poco expresable del candidato”, por ello preguntan por debilidades, o cuestionan otras cosas de tipo personal, más que laboral. ¿Qué sucede aquí?, que la mayoría de los candidatos no demuestran conocimiento sobre sí mismos; 80% de quienes buscan sus primeros empleos desconocen cómo hablar de sus amenazas y áreas de oportunidad, aun cuando en este tipo de respuestas está la oportunidad para distinguirse de otros candidatos, puntualiza Leticia Vallejo.