Mujeres ocupan sólo 18% de las cúpulas directivas en México
El número de mujeres en puestos de alta dirección en México bajó este año respecto a 2015, reveló una encuesta global de la consultoría Grant Thornton.
En el país, sólo en 18% de los puestos de alta dirección hay mujeres, lo que representa un descenso de cinco puntos porcentuales respecto a 2015 y 10 puntos porcentuales menos que en 2014.
En el país, 52% de las empresas no tienen a mujeres directivas, cifra superior al 48% registrado el año pasado, indicó la firma de acuerdo con en la última investigación del International Business Review (IBR), aplicada a 5,520 empresas en 36 economías del mundo.
En América Latina, los principales países de la región también reflejan una baja proporción de mujeres en la alta dirección empresarial.
En Brasil, sólo 19% de las empresas tienen a mujeres en puestos directivos, mientras que Argentina reporta un 18%.
En la región también aumentó a 52% el porcentaje de empresas sin mujeres en puestos de alta dirección, cifra superior al 34% registrado en 2012 y por encima de la media mundial que es de 33%.
En México como Argentina están entre los diez países con mayor proporción de mujeres en alta dirección con 15%.
En el ámbito internacional sólo 9% de las empresas tienen directoras generales, debido a que las mujeres líderes en el mundo enfrentan diversos obstáculos para ocupar puestos de alta dirección.
En el G7 solo 22% de los puestos directivos son ocupados por mujeres, mientras que 39% de las empresas no tiene féminas en los puestos directivos.
En Europa del Este y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático está la mayor proporción de mujeres directivas con 35%.
Al respecto, la socia encargada de la oficina de Ciudad Juárez de Salles Sainz Grant Thornton, Evangelina Reyes, refirió que “algunas de las principales economías de América Latina se desempeñan bien cuando se aseguran de que las mujeres ocupen los roles de negocio más altos”.
A su vez, subrayó la importancia de que las empresas transformen sus culturas de liderazgo para atraer a las mujeres a ocupar puestos de alta dirección, lo que “podría ser la clave para un progreso más amplio en América Latina y particularmente en México”.