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¡Cuidado! con la envidia en la oficina

Los celos entre colaboradores pueden resultar en conflictos que dañen tu desempeño en el trabajo; si eres víctima de la envidia debes tener una estrategia para evitar daños a la convivencia laboral.
mié 03 noviembre 2010 06:02 AM
Ante un día gris en la oficina, toma unos minutos para disfrutar un café. Si el problema es personal soluciónalo enfrentándolo. (Foto: Jupiter Images)
ejecutiva, empresaria, en la oficina (Foto: Jupiter Images)

En México, la dinámica de trabajo implica estar gran parte del tiempo en la empresa, por lo que los compañeros terminan convirtiéndose en grandes confidentes. De ahí que, incluso, los colaboradores utilicen las herramientas de mensajería instantánea para comunicarse, en primer lugar, con sus amigos de oficina, de acuerdo con estudio del portal del empleo Monster.com en España.                                                                    Tener buenas relaciones laborales no implica, sin embargo, que todo es felicidad. También hay amistades que se convierten en un "terror" por dos razones, principalmente: celos y competitividad.

El celo profesional es más común de lo que parece, así que es necesario ser cautelosos en el trato con los compañeros, y tener precaución de no disminuir sus logros o poner trabas para su desempeño. Lo más peligroso se da en círculos complejos, por ejemplo entre colaboradores con responsabilidades o rangos parecidos, según datos proporcionados por el portal del empleo, Trabajando.com México.

"El trabajo en sí es estresante, por muchas razones, la multiplicación de funciones una de ellas. Si a esto se agrega que la oficina es un juego de personalidades, entonces hasta el hecho de adelantar una fecha de entrega puede detonar un pleito laboral. Lo importante, sobre todo si se aspira a hacer carrera en una empresa, es aprender el arte de lidiar con la gente problemática, y hay profesionistas que logran tal dominio que saben sacar provecho a las malas situaciones", explica Patricia Fernández, quien se desempeñara como psicóloga industrial en Grupo Wal-Mart.

A continuación te presentamos algunos consejos para que la convivencia con tus compañeros no sea ¡del terror!

1. Ubica la realidad. Sin importar qué tan "relajado" seas, en cualquier momento vivirás una diferencia con un compañero. Cuando eso suceda, antes de visitar a tu jefe directo analiza qué parte del conflicto es responsabilidad tuya (o no lo es) y responde a la otra persona con argumentos.

No hace falta gritar y que toda la oficina se entere, el primer paso es expresarte tranquilo pero con palabras muy firmes, aconseja Fernández.

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 2. Envidia profesional. Si eres víctima de este tipo de trato, hay que diseñar una estrategia para frenar esos sentimientos negativos. Por ejemplo, ser inclusivo, hablar de lo que otros hacen para que tus proyectos salgan bien, y no sólo lucir tu participación. Si el otro compañero "con envidia" insiste en meterte en la dinámica de recelos, hay que tomar cartas en el asunto y hacerte valer, ahora sí, tratando el tema con algún supervisor y demostrando lo bien que sabes hacer tu trabajo.

Si la agresión viene del jefe, antes de enfrentarlo directamente "dale la vuelta". Evita caer en la tentación de lucha abierta que sólo desgasta y podría hacerte perder. Fíjate con qué otra persona puedes tocar el tema y hacer valer tu opinión, sin descuidar tu desempeño para no darle herramientas a un superior "resentido laboralmente", agrega la psicóloga.

3. Observa y avanza. Cuando tengas una conversación con la persona que intenta descalificar tu trabajo, o hace alarde de una posición que tú no tienes, sé más inteligente, en la plática busca el motivo que tiene ese compañero para actuar de tal manera.

Quizá es el momento propicio para saber si estás propiciando algún celo infundado. Si no es así, trata de entender sus argumentos para proponer una solución "políticamente buena" que haga a tu contraparte fijar su atención en alguien más que no seas tú.

Eso sí, debe quedar claro que esa persona no es de fiar y es importante cuidar tus movimientos frente a ella, puntualiza Patricia Fernández.

Si aún probando acercarte a tu "agresor psicológico" no logras terminar con los rumores que se hacen a tus espaldas, las mentiras sobre tu profesionalismo o los malos tratos contra ti, hay que tomar medidas drásticas con tu superior o el victimario.

Alguien que tenga una visión externa de la situación y cierto poder para tomar decisiones puede ser quien ayude a encontrar una solución a estas malas relaciones laborales, según datos proporcionados por Trabajando.com.

Lo importante en cualquier problema laboral, asegura Fernández, es no tener miedo a hablar. A veces la gente por evitar el conflicto (y seguir con su acelerado trabajo) deja que una mala situación avance, y cuando desea poner límites o aclarar las cosas es demasiado tarde, pues su imagen ya está perjudicada y emocionalmente se sienten agotados, al grado de llegar a la renuncia.

"En todas las empresas, sean pyme o grandes, es común encontrar personas negativas en la forma de pensar y actuar, lo que genera malos tratos y ‘brujas' al interior de la institución. Es aquí donde los líderes tienen la obligación de intervenir para contener y resolver", subraya la directora general de Trabajando.com México, Margarita Chico.

Chico agrega que aunque este tipo de eventos son delicados, es importante verlos como experiencias de vida que ponen a prueba al colaborador y lo hacen madurar a nivel profesional y emocional.

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