Evita ser ‘esclavo’ de las apuestas

Dejar de lado tus obligaciones para dedicarte al juego puede ser síntoma de que sufres un trastorno compulsivo. La adrenalina que despiertan las apuestas se compara con la sensación que provocan algunas sustancias adictivas, lo que hace de esta actividad un comportamiento recurrente y compulsivo, conocido como ludopatía, que puede dañar seriamente el modo de vida de quien lo padece.

Muchas veces la gente piensa que no es grave apostar mucho o dedicar gran parte de tiempo al juego, señala Montserrat Estévez, psicoterapeuta del Instituto de Investigación en Psicología Clínica A.C .

Tras el ataque del 25 de agosto al Casino Royale en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, se ha reabierto el debate sobre la operación de las casas de juego, y en este contexto llama la atención el auge que han tenido en el país.  

En 2010, tan sólo en Monterrey había 20 salas de apuestas en operación , y en la actualidad el número se ha triplicado, al llegar a 60 . Las ciudades de México y Guadalajara aparecen también en la lista de las entidades con más centros de entretenimiento con 40 casinos en cada una, según cifras de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuestas (AIEJA).

Estas tres ciudades concentran una gran parte de los 301 casinos que hay en el país.

En México es común que se organicen en los centros de entretenimiento algunas partidas de dominó o juegos de cartas con apuestas, y también es común que dentro de estos momentos de esparcimiento se gesten conductas compulsivas que muchas veces pasan desapercibidas.

Otro de los datos que han llamado la atención en torno al ataque al Casino Royale es que, de las 52 personas fallecidas, 42 eran mujeres. Sin embargo, éste no es un patrón para determinar que el sexo femenino sea más propenso a padecer este trastorno en particular, afirman los especialistas.

"Las mujeres suelen ser más propensas a padecer trastornos de ansiedad, pero en el caso de la situación en Monterrey hay que tomar en cuenta las circunstancias: el incendio sucedió alrededor de las tres de la tarde, si hubiera sido en otro horario, tal vez habría habido más hombres presentes", señala Irene Gutiérrez, especialista de la Clínica del Neurodesarrollo y la Conducta .

Explica que convertir al juego en una actividad prioritaria por encima del trabajo o la familia puede ser la línea que separa al entretenimiento de un desorden compulsivo, independientemente del sexo.

¿Cómo saber si alguien cercano tiene un problema con el juego?

Es cuestión de observar. Montserrat Estévez explica que la necesidad de pasar cada vez más tiempo en el juego y la ansiedad si no hay la oportunidad de apostar, pueden ser señales clave de que existe un problema de adicción.

"La persona está consciente en todo momento de la gravedad de apostar altas cantidades o posesiones como su casa; se sentirá mal y querrá parar, pero no podrá hacerlo", explica Estévez.

Además, el que empiecen a desaparecer cosas de valor en la casa o el sujeto incurra en deudas que no puede pagar ni explicar pueden ser otra señal. La ludopatía es un padecimiento que requiere tratamiento profesional, pues no será suficiente con alejar al jugador de los casinos si éste no admite que tiene un problema y acepta someterse a un proceso para tener la adicción bajo control, agrega Irene Gutiérrez.

Los jugadores compulsivos pasan mucho tiempo creándose imágenes de las grandes y maravillosas cosas que harán cuando tengan ganancias. Sueñan con regalar autos y artículos finos a familiares y amigos, pero nunca parece que una ganancia sea lo suficientemente grande para hacer realidad el más pequeño de sus sueños, afirma la organización Jugadores Anónimos .

"Cuando los jugadores compulsivos tiene éxtio juegan para tener sueños más grandes, cuando fracasan juegan con desesperación irresponsable para construir nuevos sueños.  Nadie puede convencerlos de que nunca harán realidad sus grandes planes", agrega la organización. 

¿Cómo saber si necesito ayuda?

De acuerdo con la  organización Jugadores Anónimos, un primer diagnóstico sería contestar el siguiente cuestionario con ‘sí' y ‘no':

1 ¿Has faltado alguna vez al trabajo debido al juego?

2 ¿Ha causado infelicidad en tu vida el juego?

3 ¿Sientes que el juego ha dañado tu reputación?

4 ¿Has sentido alguna vez remordimiento después de jugar?

5 ¿Has jugado alguna vez para obtener dinero con el cual pagar deudas o resolver problemas financieros?

6 ¿Disminuyó tu eficiencia y ambición a causa del juego?

7 ¿Después de perder, has sentido que tienes  que volver lo antes posible para ganar y recuperar tus pérdidas?

8 ¿Después de ganar, tienes la necesidad urgente de volver para ganar más?

9 ¿Apuestas a menudo hasta perder tu última moneda?

10 ¿Has pedido prestado alguna vez para financiar el juego?

11 ¿Has vendido algo alguna vez para financiar el juego?

12 ¿Te sientes reacio a usar "dinero obtenido por medio del juego" en gastos normales de la casa?

13 ¿El juego ha hecho que descuides tu propio bienestar y el de tu familia?

14 ¿Jugaste alguna vez por más tiempo del que tenías planeado?

15 ¿Has jugado alguna vez por escaparte de una preocupación o problema?

16 ¿Alguna vez has cometido, o has pensado cometer un acto ilegal para financiar el juego?

17 ¿El juego te ha causado dificultades para dormir?

18 ¿Las discusiones, desilusiones o frustraciones, te han creado la necesidad urgente de jugar?

19 ¿Has sentido alguna vez una necesidad urgente de celebrar cualquier buena fortuna, con un par de horas dedicadas a jugar?

20 ¿Has considerado alguna vez la autodestrucción como consecuencia del juego?

La mayoría de los jugadores compulsivos contestarán sí por lo menos a siete de estas preguntas. Si detectas que has perdido el control en tu manera de jugar, es momento de recurrir a un profesional .