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¿Cuánto dinero deberías tener en acciones al jubilarte?

Distribuir los activos entre acciones y bonos es un elemento clave; sin embargo, no hay una combinación correcta y hay que variarla según los activos.
mar 29 diciembre 2015 06:00 AM
Si lo que se busca en una inversión es una alta rentabilidad, el riesgo también aumentará. (Foto: Shutterstock )
retiro

¿Sabes qué proporción de acciones y bonos deberías tener en tus ahorros para el retiro una vez que te jubiles? Dado que hay muchos jubilados que tienen este dilema y distribuir los activos entre acciones y bonos es un elemento clave de cualquier plan de ingresos para el retiro, uno podría pensar que hay una combinación que la mayoría de los expertos en el tema concuerdan que es la correcta.

Pero no existe esa fórmula,  así que no es posible dar un porcentaje específico al que haya que aspirar.

Sin embargo, es posible señalar tres maneras en que los inversionistas normalmente afrontan este tema y luego decirte lo que yo creo que debes hacer para determinar una razonable combinación de acciones y bonos para tus ahorros.

Un método que muchos jubilados emplean es lo que se conoce como una distribución de activos 'estática'. Se elige una combinación que ofrece un razonable equilibrio entre riesgo y rentabilidad (tal vez en un rango entre 40% en acciones y 60% en bonos, o 60% en acciones y 40% en bonos para la mayoría de los jubilados) y luego se mantiene esa combinación durante la jubilación, reequilibrándola periódicamente, o se vende algunas acciones para destinar las ganancias a los bonos si las acciones han tenido una mala racha. Un fondo equilibrado -un fondo de inversión que generalmente mantiene el 60% de sus activos en acciones y 40% en bonos- es un ejemplo clásico de la distribución estática.

Un segundo método es un plan 'progresivo'. Por lo general, se trata de empezar con 50 a 60% de los ahorros en acciones y luego cambiarlo gradualmente hacia los bonos hasta llegar a una combinación de, por ejemplo, 30% en acciones y 70% en bonos al llegar a los 70 años, y se mantiene así para el resto de la jubilación.

La mayoría de los fondos de retiro con fecha establecida siguen este enfoque general con base en la teoría de que los inversionistas quieren tomar menos riesgos a medida que envejecen, aunque no todos los fondos con fecha prefijada comienzan con el mismo porcentaje de acciones en la jubilación o terminan con el mismo porcentaje en bonos, y algunos pueden no llegar a la combinación más conservadora hasta que estés en el umbral de los 80 años.

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La tercera estrategia es parecida al plan progresivo pero con un giro. Se conoce como un plan 'inverso' o 'aumentar las acciones'. Con base en la investigación del planificador financiero Michael Kitces y del profesor Wade Pfau, la idea es que en lugar de reducir la exposición a las acciones durante la jubilación se aumenta, empezando con un 30% en acciones y poco a poco aumentar ese porcentaje hasta que alcanza tal vez 60%. La razón es que al comenzar con una combinación más conservadora que protege mejor la cartera a principios del retiro, un progresivo incremento en las acciones reduce el riesgo de que agotar los ahorros antes de tiempo.

Cada uno de estos enfoques tiene sus méritos, pero en mi opinión quizás se quiera considerar un enfoque diferente, uno que no exige un compromiso con alguno de estos sistemas en particular.

Por dónde empezar

Empieza averiguando la cantidad de riesgo que estás dispuesto a aceptar. A fin de que cualquier asignación de activos sea eficaz en el largo plazo, tiene que encajar con tu verdadera tolerancia al riesgo.  Si inviertes muy agresivamente, es posible que tengas que renunciar a las acciones durante las crisis graves, reconocer las pérdidas y perder ganancias cuando se dé un repunte. Pero si pecas de conservador, puedes tener la tentación de aumentar la proporción de acciones durante las alzas bursátiles, lo que te deja más vulnerable si el mercado llega a caer.

Para tener una idea del riesgo que estás dispuesto a asumir, puedes responder un test de tolerancia al riesgo. Por ejemplo, la versión gratuita de Vanguard te sugerirá una mezcla de acciones y bonos en función del revés que puedes resistir sin entrar en pánico.

Sea cual sea la combinación recomendada, querrás considerar refinarla según el monto de tus recursos para la jubilación. Por ejemplo, si la seguridad social cubre la totalidad o la mayor parte de tus gastos de manutención básicos, podrías considerar aumentar un poco tu exposición a las acciones, pues tendrás mayor margen para reducir los retiros de dinero de tu cartera si el mercado se tambalea. Lo mismo ocurre si has contratado una renta vitalicia, o si tus ahorros son tan grandes que es poco probable que te los acabes. Si, por el contrario, tienes pocos ahorros y pocos recursos de los cuales echar mano, entonces querrás una combinación algo más conservadora.

Después de pasar por este proceso, la mayoría de la gente en la etapa temprana de la jubilación optará por una distribución de activos  que oscile entre 40% en acciones/60% en bonos y 60% en acciones/40% en bonos. La pregunta entonces es si debes ajustar esa mezcla conforme envejeces.

Mi opinión: tu tolerancia al riesgo debe ser tu principal guía, como lo fue cuando fijaste inicialmente la combinación.

Si eres como la mayoría de la gente, te volverás más reacio al riesgo a medida que avances en tu vida como jubilado. Lo que significa que probablemente querrás disminuir con el paso del tiempo tu proporción de acciones. Eso no significa que tengas que hacerlo cada año o seguir un calendario rígido, pero a medida que envejeces, es muy probable que quieras inclinarte más por los bonos para que tu cartera siga reflejando tu tolerancia al riesgo.

Dicho esto, teniendo en cuenta la actual esperanza de vida, querrás mantener cierta exposición a las acciones - digamos 20% a 30% - aunque ya tengas una avanzada edad a fin de que los ahorros te duren hasta el final.

Por otro lado, si comenzaste con una baja proporción de acciones específicamente para proteger tu patrimonio contra un gran revés bursátil o retornos mediocres al principio de la jubilación, entonces es posible que desees aumentar gradualmente el porcentaje en acciones con el fin de obtener mayores rendimientos más adelante en la jubilación para garantizar que tus ahorros durarán. Pero, de nuevo, tu tolerancia al riesgo debe ser la brújula. Sin importar cuán atractivo sea incrementar tu porcentaje en acciones, creo que sería un error atenerse a un sistema que exige una exposición accionaria cada vez mayor si al hacerlo estás asumiendo más riesgos de los que realmente puedes tolerar.

En resumen: Elegir una combinación de acciones y bonos es en última instancia un juicio que involucra arte y ciencia. Pero si partes de la premisa de que tu cartera para el retiro debe reflejar tu apetito por el riesgo (y periódicamente reevalúas tu tolerancia al riesgo y tu cartera a lo largo de la jubilación para asegurarte de que estén en sincronía) serás capaz de fijar una combinación que funcione para ti.

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