Firmar con sangre ya no es necesario. La compañía japonesa UniBall desarrolló una tinta indeleble que, a diferencia de las tradicionales, contiene partículas de color que se adhieren a las fibras del papel, que son –asegura la compañía– imposibles de borrar, lavar o eliminar. El producto se distribuye en México a través de la firma estadounidense Berol, en forma de bolígrafo y gel.
Según un sondeo del área de Investigación de Fraudes y Asistencia en Litigios de Ernst & Young México, 93% de los consultados cree que sus empresas son víctimas de fraude; 25% reveló que ya había sufrido algún quebranto en los últimos dos años.
Cifras de la Asociación de Bancos de México revelan que el fraude con cheques ascendió a 100 mdp en 2006. El monto no incluye otros delitos cometidos contra personas y empresas por alteración o borrado de datos en facturas, acuerdos de venta, pagarés y otros.
Berol detenta 31% de participación en el mercado nacional de artículos de escritura, con ventas por 845.8 mdp, en parte gracias a la venta de 133 millones de lápices de grafito Mirado (211 mdp), que representó 22% de las ventas totales de la empresa.
Marcadores como Sharpie, Esterbrook y Acuacolor generaron 38% del las ventas de Berol; y los lápices de color y crayones (Fantasy, Prismacolor, Pincelín y Carmen) representan 14%.
Berol ocupó el sitio 420 en el listado de Las 500 de Expansión, por encima de la también estadounidense Dixon Ticonderoga, que el año pasado vendió 672.1 mdp.