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El último judío en Afganistán jura quedarse

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lun 10 mayo 2010 04:42 PM
La última sinagoga en Kabul pasa desapercibida tras su fachada de cemento
La última sinagoga en Kabul pasa desapercibida tras su facha La última sinagoga en Kabul pasa desapercibida tras su fachada de cemento

Zablon Simintov tiene garantizado su lugar en la sinagoga local, pero este privilegio tiene un inconveniente: es el último judío en Afganistán.
 
La comunidad judía tiene 800 años en el país y llegó a tener 40,000 fieles en su mejor momento, hoy es un grupo de una sola persona.
 
Pero Simintov, no va a irse pronto. Durante más de una década, ha rechazado unirse a su esposa y dos hijas adolescentes en Israel.
 
"Mi familia me llama todo el tiempo y dice: 'Ven, eres es el último judío en Afganistán, ¿qué haces allí?'" dice.
 
Simintov, antiguo distribuidor de tapetes, rechaza contestar esa pregunta". No sé por qué todavía vivo aquí", dice. "Es la voluntad de Dios".
 
No ha visto a sus hijas –de 14 y 16 años- desde su último viaje a Israel hace 12 años.
 
Pero Simintov calvo y con lentes, dice que es el guardián del armario lleno de libros de oraciones polvorientos, incluyendo uno de 400 años de antigüedad, celebra los feriados con turistas de Europa y EU y sobrevive de donaciones de judíos en el mundo entero.
 
Hay pruebas históricas que sugieren la existencia de una comunidad judía importante en Afganistán desde la Edad Media, según la Empresa Cooperativa Americana-Israelí (AICE), un grupo sin fines de lucro.
 
La población judía de Afganistán alcanzó 40,000 a mediados del siglo XIX, el grupo dice, y comenzó a disminuir alrededor de 1870 por las medidas antijudías.
 
La creación de Israel en 1948 influyó en la emigración de la mayor parte de los judíos de Afganistán.
 
La sinagoga de Simintov se encuentra discretamente en un espacio oculto de las calles transitadas de la ciudad, aunque viéndolo bien, las Estrellas de David metálicas en un segundo piso delatan su presencia. El interior está adornado sólo por lámparas rotas y ventiladores de techo.
 
Pero Simintov dice que no huirá. "Ellos son como mis hermanos", dijo hablando de sus amigos afganos. "No hay ninguna diferencia si estoy aquí o en Israel".
 
No es lo mismo que a las reglas del Talibán, que terminó con la invasión estadounidense a Afganistán en 2001, aunque existan insurrectos talibanes en el país.
 
Simintov dice que fue detenido cuatro veces conforme a la regla del Talibán y que fue golpeado mientras estuvo en custodia.
 
"El Talibán era un problema", dice. "Interfirieron en todos los negocios, pero se han ido, están acabados”.
 
Lo que quiere decir que Simintov está más inclinado que nunca a quedarse en donde está.

Traducción de Elsa Guadarrama

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