¿Suerte o destino? Cómo sobrevivir a un accidente aéreo

Para algunos quizás sea intervención divina, para otros un guiño del destino, la fortuna o simple física, pero el niño que burló a la muerte en Libia es uno de los pocos en la lista de sobrevivientes únicos a una tragedia aérea.
El niño, identificado como Ruben van Assouw, sufrió múltiples fracturas en las piernas al estrellarse su avión, un Airbus A330-200 de Afriqiyah Airways, en el Aeropuerto Internacional de Trípoli el martes. Los demás ocupantes, 92 pasajeros y 11 tripulantes, todos murieron.
Todavía no se conocen los detalles de cómo el pequeño Rubén pudo sobrevivir a semejante desastre, pero para el presidente del parlamento europeo, Jerzy Buzek, es "un milagro".
Además de su improbabilidad estadística, la supervivencia de este niño posiblemente tampoco aporte muchas luces sobre los misteriosos factores que hacen que alguien pueda salir vivo de un accidente semejante.
Los casos de únicos sobrevivientes en catástrofes aéreas son tan escasos que se cuentan sólo por decenas en la historia de la industria de la aviación. La mayoría de ellos se atribuyen a circunstancias únicas, como la resistencia y empeño de la persona. Muchas de ellas sufren horribles lesiones tanto físicas como psicológicas, que les dejan huella para el resto de sus vidas.
Esta es una selección de sobrevivientes únicos de las últimas cinco décadas:
30 de junio de 2009: Bahia Bakari, una francesa de 13 años, fue el único que se salvó cuando un Airbus A310 de Yemenia Airways que volaba desde Sanaa a Comoros se estrelló en el Océano Indico. 152 personas murieron. Bakari salió despedida contra el agua y resistió durante nueve horas agarrada a un fragmento del avión. Se rompió la clavícula y sufrió cortes en la cara.
24 de diciembre de 2004: Una avioneta Cessna con cuatro estadounidenses a bordo se estrelló en una zona montañosa de la jungla en Panamá. Francesa Lewis, de 13 años, fue encontrada con vida dos días después. Pese a quedar clavada boca abajo en su asiento y a estar vestida únicamente con una camiseta y pantalones cortos, resistió a la hipotermia y a una fractura en el brazo. Entonces, se atribuyó su supervivencia al equipaje que le cayó encima y la cubrió, aislándola de las bajísimas temperaturas.
8 de julio de 2003: Mohammed el-Fateh Osman, un niño sudanés de dos años, fue considerado "un milagro de Dios" por el ministro de aviación del país tras salvarse del accidente de un Boeing 737 que se estrelló en Port Sudán, con un saldo de 115 muertos. El niño sufrió quemaduras y fue encontrado por un nómada sobre un árbol caído.
11 de enero de 1995: Erika Delgado, de 9 años, perdió a sus padres y a su hermano pequeño en un accidente de un DC-9 de Intercontinental Airlines cerca de Bogotá. Ella salió casi ilesa gracias a un montículo de algas que amortiguó su caída. Fue encontrada por un campesino, contó que Dios le había dicho que se quedara en su sitio hasta que llegara la ayuda.
16 de agosto de 1987: Poco después de despegar en Detroit, Michigan, el vuelo 255 de Northwest Airlines chocó contra un poste de luz en los suburbios de Romulusa y murieron 156 personas de abordo y dos en tierra. Cecelia Cichan, de cuatro años y que viajaba con su familia, sobrevivió a la tragedia, aunque sufrió importantes quemaduras. Al parecer, Cichan recuerda muy poco del choque, pero un mensaje atribuido a ella en el lugar donde se recuerda a las víctimas dice: "No pasará un día sin acordarme de la gente del vuelo 255".
26 de enero de 1972: La azafata aérea Vesna Vulovic sobrevivió a una caída de 10,000 metros cuando su avión estalló en pleno vuelo. Vulovich, cuya caída está en el libro Guinness de los Récords, se convirtió en una heroína del bloque soviético durante la Guerra Fría, aunque algunos cuestionan el hecho y dicen que fue un montaje. Entre las leyendas en torno a la historia de Vulovic hay una que dice que sus primeras palabras después de encontrarla fueron: "¿Me dan un cigarrillo?"
24 de diciembre de 1971: Juliane Koepcke tenía 17 años cuando el avión en el que viajaba con su madre se estrelló en el Amazonas. Murieron 91 personas. Koepcke describió su caída de tres kilómetros amarrada a una fila de asientos antes de estrellarse sobre la jungla. Se rompió la clavícula y sufrió varias quemaduras, caminó durante 10 días cruzando ríos infestados de pirañas y cocodrilos hasta ponerse a salvo. Ahora trabaja como bibliotecaria en Munich, Alemania.
16 de diciembre de 1960: Stephen Baltz, un niño de Illinois de 11 años, fue el único sobreviviente de un choque de dos aviones de pasajeros en Nueva York. Seis personas murieron en tierra, 83 en un avión de United Airlines y 44 en el avión de TWA. Baltz, que iba en el vuelo de United, sufrió quemaduras e intoxicación por inhalación de humo, pero pudo contar la tragedia antes de morir al día siguiente.