Además del diablo, la división daña a los católicos, señala Benedicto XVI

En los 2,000 años de la Iglesia católica, el peligro más grave para ésta es "el mal que corrompe la fe y la vida cristiana de sus miembros", aseguró el papa Benedicto XVI este martes, de acuerdo con la agencia EFE.
Durante la celebración de la misa por las celebraciones de los apóstoles Pedro y Pablo, el pontífice aseguró que los católicos han enfrentado graves peligrosos, pero “el daño mayor proviene de todo lo que contamina la fe y la vida cristiana de sus miembros y de sus comunidades”, agregó la agencia española.
Benedicto XVI dijo que la división de los cristianos, la incoherencia y la infidelidad al Evangelio, son de los peores daños para la fe de los católicos además de la vanidad, el orgullo y la codicia.
“Los hombres que hacen daño no irán muy lejos, ya que su necedad será manifiesta a todos”, agregó el pontífice citando a san Pablo, reportó EFE.
Advirtió además que la división entre la comunidad cristiana se debe al diablo, pues los pecados “son síntomas que sigue actuando entre los miembros de la Iglesia", señaló el anciano pontífice.
En mayo pasado Benedicto XVI reconoció que los sacerdotes de esta religión deben hacer penitencia por sus pecados . Esto, en referencia a las acusaciones de pederastia en varias de las congregaciones en el mundo.
Ratzinger afirmó que durante el tiempo que permanezca al frente de la Iglesia católica, habrá garantía de libertad para ésta, respecto a los poderes locales, nacionales o internacionales, "que pueden en ciertos casos obstaculizar la misión eclesial".
"El ministerio petrino (tiempo que dure su papado) es garantía de libertad en el sentido de la plena adhesión a la verdad, a la auténtica tradición, para que el pueblo de Dios se preservado de los errores referentes a la fe a la moral. La comunión con Pedro y sus sucesores es garantía de libertad", subrayó el Papa.
Este lunes Benedicto XVI anunció en la basílica de San Pablo la creación de un nuevo Consejo Pontificio para evangelizar de nuevo Occidente, agregó EFE.
En la misa, Benedicto XVI impuso el palio a los arzobispos nombrados este año, en esta ocasión 38, ocho latinoamericanos.
El palio, al principio, fue un signo litúrgico exclusivo de los papas, aunque más tarde éstos lo concedieron a los obispos que habían recibido de Roma una especial jurisdicción.