El auge y la caída de un 'hombre fuerte' centroamericano

El que fuera uno de los militares más notorios de América Central, el ex dictador de Panamá y narcotraficante convicto Manuel Noriega ha estado encarcelado desde que fue derrocado en 1990 por una invasión estadounidense.
Por casi dos décadas, Noriega fue un actor principal en un país con una importancia regional crítica para Estados Unidos por la ubicación del Canal de Panamá, una vía marítima estratégica y económica clave entre los océanos Atlántico y Pacífico en el angosto istmo que una a las Américas.
Nacido en 1934, Noriega fue abandonado por sus padres a los cinco años y fue criado por una tía en un distrito pobre de la capital panameña. Tras su fracaso al querer entrar a una escuela de medicina, Noriega ingresó al ejército. Estudió en la Academia Militar de Chorrillos en Perú y ascendió rápidamente en los rangos militares.
En 1970 fue el jefe de la inteligencia militar del general Omar Torrijos, que llegó al poder en un golpe en 1968. La muerte de Torrijos en un accidente aéreo en 1981 fue la oportunidad para que Noriega emergiera como el sucesor de facto. Ya para 1983 controlaba tanto las fuerzas armadas como el gobierno civil.
Sólo contra el mundo
El gobierno de Noriega vio el rompimiento de las relaciones entre Panamá y Estados Unidos con la interrupción de la asistencia económica y militar de Washington y el congelamiento de los activos gubernamentales de Panamá.
En 1988 Noriega fue acusado en Estados Unidos por crimen organizado, lavado de dinero y narcotráfico. Fue acusado de tener vínculos con el Cártel de Medellín del capo colombiano Pablo Escobar. Durante el proceso que se le siguió, se le acusó también de hacer una fortuna multimillonaria.
En medio del creciente malestar en Panamá, el presidente de Estados Unidos, George Bush, ordenó la invasión de Panamá en diciembre de 1989, alegando que el gobierno de Noriega era una amenaza para la vida y la propiedad de los estadounidenses.
Con más de 20,000 tropas estadounidenses en suelo panameño, Noriega se refugió en la Embajada vaticana por 10 días, y eventualmente se rindió a los funcionarios de la DEA el 3 de enero de 1990, después de que las tropas estadounidenses habían rodeado el lugar con altoparlantes en los que sonaba música rock ensordecedora.
El juicio a Noriega en 1991 fue llamado el “juicio de drogas del siglo” por la DEA. Lo declararon culpable por ocho cargos y fue sentenciado a 40 años de prisión. Noriega fue el primer jefe de Estado extranjero en ser condenado en una corte de Estados Unidos, pero el juicio también destapó revelaciones había sido un agente pagado por la CIA por muchos años.
En medio de disputas sobre lo que debía admitirse como pruebas en la Corte, Noriega dijo que su trabajo de inteligencia para EU le redituó 10 millones de dólares, El gobierno de Estados Unidos, sin embargo, estipuló que le había pagado sólo 320,000 dólares.
A Noriega le impidieron revelar detalles específicos de su trabajo para la CIA: un tribunal de apelaciones de EU dictaminó que las revelaciones del trabajo de inteligencia de Noriega habrían “desviado el enfoque del juicio de las acusaciones del asunto de narcotráfico al tema de intriga geopolítica”.
Noriega ha dicho desde entonces que su relación con Estados Unidos se dañó cuando se rehusó a participar en los actos de sabotaje contra el gobierno comunista nicaragüense durante la Guerra Fría y contra las labores anticomunistas encabezadas por la CIA en Centroamérica durante los ochenta. La CIA no ha comentado en las acusaciones de Noriega.
Garantizándole el estatus de prisionero de guerra durante su juicio, la sentencia de Noriega fue posteriormente reducida a 30 años y estaba destinado a ser puesto en libertad bajo fianza en 2007, tras 17 años de prisión.
Pero permaneció en cautiverio esperando la decisión de una solicitud de extradición de Francia. Una corte de París había condenado a Noriega in absentia en 1999 por el cargo de haber lavado 2.8 millones de dólares de dinero de la droga al comprar una propiedad en Francia.
Extraditado a Francia
Como parte del acuerdo de extradición establecido en abril y firmado por la Secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, Francia acordó realizar un nuevo juicio y de mantenerle el estatus de prisionero de guerra.
Los abogados de Noriega alegan que Estados Unidos violó la Convención de Ginebra al no devolverlo a Panamá, país que ha pedido su repatriación para que enfrente un juicio por cargos de asesinato. Aunque Noriega fue condenado a 60 años de prisión in absentia, Panamá dice que se le hará un nuevo juicio apenas pise suelo panameño.
Algunos dicen que Noriega probablemente será tratado indulgentemente en Panamá después de una enmienda en el código criminal de ese país en 2008 que le permite a los criminales de más de 75 años cumplir su sentencia en arresto domiciliaro en lugar de permanecer en prisión.
“Para nosotros, es mejor que cumpla su condena en prisión en otro país”, le dijo a la revista Time Alida Benedetti, una abogada y ex activista de derechos humanos en Panamá. “Él merece la cárcel. Él mató a muchas personas. No lo queremos de vuelta”.
En su testimonio en una corte francesa, Noriega reveló más detalles sobre su relación con las autoridades estadounidenses .
“Yo recibí elogios de parte de Estados Unidos, de la Interpol y de otros países que se beneficiaron de lucha contra las drogas”, le dijo a la corte, agregando que había tenido “especial contacto con la CIA”.
Los abogados de Noriega alegaron que una pena de 10 años de prisión significaba una cadena perpetua para un anciano que había sufrido un ataque cardíaco y que fue tratado por cáncer de próstata mientras permanecía en prisión en Estados Unidos.
Finalmente, el ex hombre fuerte de Panamá recibió una condena de siete años por un tribunal francés .
Sus abogados dicen que ese tiempo podría acortarse y podría salir a principios de 2011 si se toman en cuenta los 32 meses que pasó en la cárcel en EU al fin de una condena de 17 años mientras se desahogaha el juicio de extradición a solicitud de Francia.
En una reciente entrevista con CNN , realizada antes de la extradición de Noriega a Francia, el nieto del ex dictador, Jean-Manuel Beauchamp, dijo que su abuelo estaba “preparado para cualquier cosa”.
“Es el hombre más listo que conozco. Es tan amigable, tan sociable, tan sabio. Siempre busca enseñar o dar un consejo”, dice Beauchamp. “Está preparado para cualquier cosa. Probablemente ha desarrollado estrategias, en su mente, para preparase emocionalmente”.