La ordenación sacerdotal de mujeres será delito castigado con excomunión
La ordenación sacerdotal de mujeres será un delito del fuero eclesiástico perseguido por El Vaticano, incluso la pena podría ser la excomunión, después de una serie de reformar legales que se darán a conocer próximamente.
Quienes ordenen como sacerdotes a mujeres podrán ser enjuiciados por los tribunales de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), señalaron fuentes de El Vaticano.
La medida será posible gracias a la actualización del decreto papal (motu proprio) Sacramentorum Sanctitatis Tutela, firmado en 2001 por el Papa Juan Pablo II, y que hasta ahora sólo castigaba los delitos más graves.
Ese documento consideraba tres tipos de acciones ilegales: la absolución de cómplice, es decir cuando un sacerdote confiesa a una persona con la cual cometió un pecado; el atentado contra la eucaristía y el abuso sexual a menores.
Con las modificaciones, aprobadas por Benedicto XVI, ese decreto ya no aplicará únicamente para los delitos graves sino que extenderá su ámbito normativo para incluir todos los delitos que entren en la competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Además de la ordenación sacerdotal de mujeres, se introducirán otros actos ilegales considerados como "delitos contra la fe" tales como la herejía, el cisma y la apostasía.
La reforma prevé también algunos cambios con respecto a los procesos por abusos sexuales contra menores de parte de clérigos, entre otros la ampliación de 10 a 20 años el límite de prescripción de ejercicio penal contra los responsables de esos crímenes.
A partir de ahora la posesión y distribución de material pornográfico infantil será calificada como una “ofensa grave” mientras en los casos donde el acusado en fuero canónico sea ya culpable en el ámbito civil, se fija la posibilidad de dictar sentencia sin mediar juicio.
Contra las mujeres sacerdotisas
El 29 de mayo de 2008 El Vaticano difundió un decreto mediante el cual estableció la pena de excomunión latae sententiae a quien otorgue el orden sagrado a mujeres, tanto para el obispo ordenante como para la sacerdotisa.
Éste fue firmado por el prefecto para la Doctrina de la Fe, William Joseph Levada y aún mantiene su validez para todos los ritos cristianos que se encuentran en comunión con Roma.
Latae sententiae significa “automáticamente”, es una premisa reservada sólo al Papa y quien recibe la pena bajo este criterio no necesita que una autoridad religiosa haga público que está excomulgado, simplemente lo está.
Las fuentes consultadas revelaron que, en los últimos años, se han registrado diversos casos de ordenaciones femeninas al interior de la Iglesia católica, sobre todo en el seno de movimientos laicales, congregaciones religiosas o grupos con “nuevas tendencias” pastorales.
En 2002, siete católicas -alemanas, austriacas y estadounidenses- fueron ordenadas sacerdotisas en una comunidad fundada en 1975 en Buenos Aires, Argentina, por el ex cura católico Rómulo Antonio Braschi.
Las nuevas reformas serán anunciadas en los próximos días por El Vaticano que dará a conocer, entre otros textos, una nueva versión en italiano del decreto Sacramentorum Sanctitatis Tutela.
