Las FARC y los cárteles mexicanos cultivan al menos 10 años de relación
Con la detención de 11 personas presuntamente ligadas al cártel de los hermanos Beltrán Leyva en Colombia, se exhibe nuevamente la relación que por años han cultivado los grupos guerrilleros en este país sudamericano con los grupos criminales mexicanos.
Según las autoridades de Colombia, uno de los detenidos este martes es el mexicano Julio César Piña Soberanís, alias Julio. La Policía Nacional colombiana lo identifica como el emisario de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, el capo texano detenido este lunes , quien buscaba hacerse del control del cártel de los Beltrán Leyva.
También capturaron en Bogotá a Dennis Alvarino Gómez, El Negrito. La policía lo identifica como el enlace entre el Frente 30 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los narcotraficantes mexicanos.
Al parecer, El Negrito era el contacto con Luis Carlos Neiva, Pacheco, cabecilla de ese grupo guerrillero.
Según la policía, los 11 detenidos estaban involucrados en el envío de un promedio de tres toneladas de cocaína al mes en buques y en lanchas rápidas, desde la costa pacífica colombiana hasta Centroamérica.
Las autoridades señalan que este hecho representa un avance en la lucha conjunta contra el narcotráfico en México y Colombia, y muestra el alcance de las peligrosas relaciones de organizaciones narcotraficantes de ambos países.
En marzo de 2000, las autoridades mexicanas capturaron a Carlos Ariel Charry Guzmán, El Doctor, enlace entre las FARC y el cártel de Tijuana, quien fue acusado de tráfico de cocaína y lavado de dinero.
Durante la captura, un video salió a la luz: era El Doctor junto con Jorge Briceño, El Mono Jojoy, miembro del secretariado de las FARC. En ese entonces, el Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró que las FARC enviaban drogas a cambio de dinero y armas al cártel.
En agosto de 2002, la Procuraduría General de la República (PGR), en México, informó de la captura de varios miembros de la guerrilla colombiana en el norte del país.
En su momento, se informó que, al parecer, estaban relacionados con el cártel de Tijuana, también conocido como el de los hermanos Arellano Félix.
En la computadora del jefe guerrillero Raúl Reyes , abatido en un operativo en territorio ecuatoriano en 2008, las autoridades colombianas encontraron archivos en los que se muestran negocios entre las FARC y bandas criminales mexicanas, en relación a secuestros.
En correos del año 2002 con emisarios de la guerrilla, Reyes habla sobre la colaboración y los métodos en secuestros y extorsiones.
En la computadora de Reyes también había información relacionada al cártel de Sinaloa. La Administración Contra las Drogas de EU (DEA) dijo en 2008 que las FARC suministraban 55% de la droga que los cárteles criminales exportaban a Estados Unidos.
En mayo de 2009, fue capturado en México y enviado a Colombia Miguel Ángel Beltrán Villegas, alias Jaime Cienfuegos, representante en el país de las FARC. Según las autoridades colombianas, Beltrán administraba recursos para crear células terroristas y era asesor del secretariado de la guerrilla.
A principios de 2010, se divulgaron reportes de inteligencia estadounidenses en los que se asegura que el cártel de Sinaloa negocia embarques de droga con las FARC de forma directa.
En abril, la policía capturó al mexicano Mario Sánchez Zabaleta, enlace entre las FARC y el cártel de Juárez en intercambio de drogas y armas. Zabaleta también era el contacto con la banda hondureña Los Blanco.
Otros cárteles mexicanos han tenido estrecha relación con mafias colombianas, como Los Zetas con la organización criminal colombiana de la Oficina de Envigado.
En marzo de este año, Dionisio Jiménez Sinisterra, enlace entre las dos organizaciones, fue capturado en la ciudad de Barranquilla, Colombia.