La perforadora petrolera del Plan C de rescate llegó a la mina chilena

La plataforma petrolera, que es parte del Plan C de rescate de los mineros atrapados en Chile, ya llegó a la zona donde se ubica la mina San José, en el desierto de Atacama.
El convoy de 42 camiones con las partes de la enorme estructura arribó este viernes, desde Antofagasta, 500 kilómetros al norte de la mina.
André Sougarret, uno de los supervisores de perforación, dijo que otras partes de la estructura, llamada RIG 422, estarán llegando por separado desde Puntarenas, Chile, y desde Bolivia.
La plataforma es parte del Plan C , la tercera operación de las perforaciones que los equipos de rescate realizan para extraer a los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad.
Según el ministerio de Minería de Chile, la plataforma va montada sobre orugas de gran envergadura. Su torre mide 45 metros de alto y puede perforar hasta 2,000 metros.
Los funcionarios a cargo del rescate dicen que la plataforma petrolera podría perforar más rápido que los otros dos equipos utilizados. Sin embargo, añaden, eso no quiere decir que los mineros sean extraídos antes del tiempo calculado de cuatro meses.
Según Sougarret, las operaciones de perforación que ya se llevan a cabo, los planes A y B, marchan con diferentes avances.
La perforadora del plan A, que es similar a las utilizadas en labores de minería, ya alcanza una profundidad de 171 metros. Mientras, la del plan B, utilizada para perforar en búsqueda de agua, llegó hasta 268 metros, pero la operación se detuvo porque quedó destruido al dar contra una barra de contención dentro de la mina.
Los 32 mineros chilenos y un boliviano están atrapados en la mina de cobre y oro desde el 5 de agosto. Los primeros 17 días sobrevivieron comiendo de un frasco de duraznos en almíbar, y un poco de atún y caballa.
En la superficie, en el Campamento Esperanza, como se llama a donde están esperando los familiares de los mineros, la principal actividad por estas horas es mirar el horizonte en espera de la plataforma petrolera.
"Ojalá ya estuvieran aquí", dice Milton Alvalos, tío de uno de los mineros atrapados.
Mientras, los residentes en Copiapó esperan la nueva arma en su arsenal de rescate, varios trabajadores recorren a pie la ruta que tomará el convoy para asegurarse de que los camiones pasarán sin problemas.
"La logística es lo más complicado", dice Shaun Robstad, que coordina la llegada de la plataforma por parte de Precision Drilling, una firma canadiense. "Es algo que hacemos en todo el mundo", añadió, "pero lo hacemos para buscar petróleo y no para humanos atrapados. Ésta es la primera vez".