Rousseff pierde puntos y Brasil se acerca a una segunda vuelta electoral
En sólo unos días, Dilma Rousseff perdió tres puntos en la intención de voto de los electores brasileños, con lo cual la candidata oficialista podría tener que enfrentar una segunda vuelta tras la elección presidencial del próximo domingo.
Según Datafolha, Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), obtendría 46% de los votos. En sólo una semana, dice la firma encuestadora, Rousseff perdió la ventaja de siete puntos porcentuales que mantenía sobre los dos candidatos que le siguen.
A Rousseff, apoyada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, le siguen José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con 28% de la intención del voto, y Marina Silva, del Partido Verde (PV), con 14%.
Serra se mantuvo estable respecto del anterior sondeo, levantado el 21 de septiembre. Silva, en cambio, avanzó un punto.
En un comunicado, Datafolha informó que, de darse un resultado así, Brasil tendría una segunda vuelta, ya que de acuerdo con la legislación electoral, un candidato necesita por lo menos 50% de votos válidos para ganar directamente.
Sin embargo, según Datafolha, Rousseff se impondría en una segunda vuelta. En sus estudios, la firma proyecta que si la candidata del PT se enfrentara a Serra, ganaría con 52% de los votos, por 29% del socialdemócrata.
La caída de Rousseff en la intención de voto de los electores brasileños ha sido dramática en el último mes. Datos de Datafolha señalan que la candidata del PT llegó a mantenerse con 51% el 15 de septiembre, por lo que su caída ha sido de 5 puntos en menos de dos semanas.
Datafolha indica que los entrevistados que anularán el sufragio, que no saben por quién votarán o que no revelan su intención suman 11%.
En diversos medios brasileños y extranjeros se sugiere que las recientes acusaciones en contra de miembros del gabinete de Lula afectaron la preferencia por Rousseff.
La semana pasada, Erenice Guerra, que reemplazó a Rousseff como jefa de la Oficina del Gabinete de Lula, renunció en medio de versiones de que pidió pagos a cambio de facilitar contratos a empresarios en proyectos de obras públicas.