El presidente paraguayo, Fernando Lugo, concluyó satisfactoriamente un ciclo de seis sesiones de quimioterapia a las que fue sometido para tratarse de
"Termina un nuevo capítulo en mi vida. Han sido unos meses bastante duros. Viene un tiempo de precauciones con entre cinco y 10 días de defensas bajas y después haremos un seguimiento bimensual con una medicación leve", dijo Lugo al salir del Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, Brasil.
El martes, el médico personal de Lugo, Alfredo Boccia, dijo que el presidente "está sin linfoma, está sin catéter y está sin quimioterapia", condiciones que apuntan el "mejor escenario para una recuperación plena", mientras que el hospital comunicó que un examen "demostró remisión completa del linfoma".
El mandatario, quien confirmó su participación los días 3 y 4 de diciembre en la XX Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, se refirió también a las acusaciones del diputado brasileño Paulo Pimienta, quien afirmó que la mayoría de las armas usadas por los traficantes de drogas en Río de Janeiro provienen de Paraguay.
"No todas las armas vienen de Paraguay. Por Paraguay pasan armas y se han perdido armas, pero no toda la cantidad que hay en Río de Janeiro", donde la semana pasada una , aseguró.
Lugo salió del hospital para almorzar con su delegación y después se trasladará al aeropuerto internacional de Sao Paulo para abordar un vuelo comercial hasta Asunción.
En el hospital brasileño, destacado por su actividad oncológica, el gobernante, de 59 años, fue sometido a dos sesiones de quimioterapia y a principios de octubre, debido a una trombosis causada por la obstrucción del catéter colocado para suministrarle los medicamentos.