El presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, aseguró este viernes que las
"Estas filtraciones son reveladoras, muestran todo el cinismo de las evaluaciones y juicios que prevalecen en la política exterior de algunos Estados. En este caso, me refiero a Estados Unidos de América", señaló Medvedev, citado por las agencias rusas.
Al mismo tiempo, el líder ruso sostuvo que su gobierno no dramatiza la situación creada por estas filtraciones y agregó: "No somos paranoicos y no vinculamos las relaciones ruso-estadounidenses con filtraciones".
El mandatario hizo estas declaraciones en rueda de prensa conjunta con
"Yo no veo nada alarmante (...) Creo que si, Dios no lo quiera, se filtran a los medios valoraciones de la Cancillería rusa y de los servicios secretos rusos acerca de nuestros socios estadounidenses, también ellos sentirían un gran placer", dijo con ironía.
El jefe del Kremlin añadió que los diplomáticos estadounidenses "tienen derecho a sus propios juicios, pero cuando éstas valoraciones se vuelven de dominio público pueden realmente perjudicar a los vínculos diplomáticos y afectar al espíritu de las relaciones".
La víspera, el primer ministro ruso,
Putin aseguró que las afirmaciones por parte de diplomáticos estadounidenses en uno de los cables de que él es Batman y Medvedev es Robin tienen como fin "deshonrar" a uno de los dos.
El primer ministro también se refirió a uno de los cables en el que el secretario de Defensa de EU, Robert Gates, dijo a su homólogo francés que "la democracia rusa ha desaparecido y el Gobierno es una oligarquía dirigida por los servicios de seguridad".
Dos días antes de la revelación de los más de 250,000 cables diplomáticos,
"La fuga de información de este tipo va en detrimento de la confianza entre los funcionarios, la cual es necesaria para una diplomacia efectiva y productiva. Podría impedir hacer cosas de una forma normal y civilizada", dijo Collins.