Celebridades y medios luchan por ver al fundador de WikiLeaks en la corte
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LONDRES (CNN)— El Tribunal de Magistrados de Westminster no estaba preparado para el caos que crearon los medios que arribaron el martes a su puerta. Fue justo cuando la policía confirmó que el editor y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se había entregado voluntariamente y se encontraba bajo arresto .
Un enjambre de cámaras, micrófonos y reporteros con audífonos colgando, zumbaron alrededor del edificio de la corte, tratando de adivinar cuál entrada iban a utilizar Assange y sus abogados.
A pesar del escrutinio de los medios, Assange se las arregló para pasar casi inadvertido en un carro y e ir directamente a una puerta trasera del palacio de justicia. El momento sólo fue capturado en una fotografía.
Su abogado, Mark Stephens, no tuvo tanta suerte: fue acosado desde que apareció en la puerta principal, si bien parecía imperturbable con la atención mediática que despertó.
El abogado iba vestido con un traje oscuro con rayas rosas y una corbata adornada con el diseño de una calavera. ¿Un guiño al Partido Pirata (un partido político sueco) que probablemente ha apoyado a WikiLeaks?, le pregunté. No, más bien a Alexander McQueen (el diseñador británico recientemente fallecido), respondió.
En el interior, había una sala de espera mientras los reporteros llenaban el pequeño juzgado. Un murmullo surgió a través de la galería cuando Jemima Khan, ex esposa del ex estrella de cricket, Imran Khan, tomó su asiento. Claramente, pocos esperaban ver a una celebridad en la sesión del día. El periodista John Pilger y el director de cine, Ken Loach, también ofrecieron dinero para la fianza de Assange, lo que se considera un indicio de que puede convertirse en una causa célebre.
Pero el acto principal era Assange . Él se mostró poco expresivo durante la audiencia. Cuando el tribunal le pidió su dirección, respondió cautelosamente. "¿Para correspondencia o para otros fines?", preguntó. Al principio dio un apartado postal antes de escribir, de mala gana, una dirección que fue leía en voz alta por el secretario de la corte.
El juez Howard Riddle negó la libertad bajo fianza a Assange, citando, entre otras cosas, el "estilo de vida nómada", del hombre detrás de WikiLeaks. También declaró en repetidas ocasiones que la audiencia no era "sobre WikiLeaks". Incluso, en una ocasión, mencionó que esto "no era sobre Wikipedia", arrancando las risitas de algunos reporteros.
Ésta fue la primera vez que los detalles de los presuntos delitos sexuales que enfrenta Assange fueron revelados en la corte. Entre ellos, el uso de la fuerza y dos cargos de sexo sin protección, sin condón, a pesar de la insistencia de las mujeres para que usara uno. Los periodistas se miraron unos a otros intentando entender los detalles de las leyes suecas.
El proceso duró una hora. Hubo una auténtica sorpresa cuando Riddle anunció que no habría libertad bajo fianza y que Assange estaría en la cárcel hasta el 14 de diciembre.
Cuando la camioneta de la policía que transportó a Assange se retiró de la corte, una decena de medios de comunicación esperaba. Las cámaras flashearon, los micrófonos volaron y decenas de simpatizantes gritaron: "Te queremos" y "Julian Assange es un preso político".
Todos corrieron tras la camioneta para intentar, aunque sea de forma rápida, darle un vistazo al alguna vez elusivo fundador de WikiLeaks.