Silvio Berlusconi logra la confianza del Congreso y del Senado
El Senado y el congreso italianos otorgaron los votos de confianza al asediado primer ministro, Silvio Berlusconi, los últimos de una serie de votaciones sobre su liderazgo.
La última vez que el primer ministro sobrevivió a un voto de confianza fue en septiembre, cuando los miembros de la Cámara baja del Parlamento respaldaron con 342 contra 275 sufragios sus planes.
Durante la mañana de este martes, la Cámara alta del Parlamento otorgó su aprobación al primer ministro. Minutos después, en la Cámara baja, hizo lo mismo, con una votación cerrada de 314 a favor contra 311.
Estos resultados significaron la ratificación al mandato de Silvio Berlusconi.
El primer ministro Berlusconi, en un discurso ante los legisladores este lunes , hizo una oferta de última hora para salvar su vida política.
"El que vota en contra de nosotros es traicionar el mandato recibido de los electores", dijo Berlusconi en su discurso de media hora.
"En estos tiempos particularmente difíciles para nuestro país, todos tenemos que encontrar una manera de estar unidos y hacer lo que es mejor para el país", señaló, y agregó que "una crisis" es lo último que Italia necesita ahora. Mencionó que necesitaba un mandato para completar las reformas judiciales e institucionales y hacer frente a los problemas económicos del país.
Y llamó a los partidarios de su rival Gianfranco Fini a no apoyar a la izquierda por votar en contra de él, diciendo que no debe "restar" votos de la derecha "para añadirlos a la oposición".
Tanto Berlusconi como Fini pertenecen al centro-derecha. El primer ministro expulsó a Fini de su partido durante el verano, y Fini tomó cerca de 40 legisladores con él para formar un nuevo partido .
Berlusconi acusó este lunes a Fini de traicionarlo. Y él se acercó a la Unión Demócrata Cristiana, aliada de Fini, para apoyarlo.
El presidente italiano, Giorgio Napolitano, quien tiene la autoridad para disolver el Parlamento, ha manifestado su oposición a nuevas elecciones, ya que crearía inestabilidad en un momento de crisis económica.
El mes pasado, Fini acusó a Berlusconi de la falta de atención a la crisis económica y las reformas estructurales que Italia necesita.
El año pasado la revista Forbes clasificó a Berlusconi como el 70 hombre más rico del mundo, con una fortuna neta calculada en 6,500 millones de dólares. Amasó gran parte de su riqueza como un magnate de los medios, en gran parte a través de la compañía Fininvest; también es propietario del AC Milan, uno de los equipos de futbol más famosos del mundo.
En el pasado Berlusconi fue asediado políticamente, principalmente en sus dos primeros mandatos como primer ministro (1994-1995 y 2001-2006), antes de su elección en 2008. Sin embargo, especialmente en los últimos años, a sus 74 años, ha sido acosado por escándalos y problemas legales , además de sus desafíos políticos.
Esos desafíos incluyen un amargo divorcio de Veronica Lario, su esposa por 19 años, después de las denuncias de que un empresario contrató servicios de compañía femenina para el primer ministro Berlusconi y de estar presente en la fiesta de cumpleaños de una joven de 18 .
Durante el otoño pasado fueron difundidos unos videos en los que Berlusconi bromea sobre el Holocausto y a una política del partido opositor le llamó porco Dio -literalmente, "cerdo Dios", una blasfemia muy difundida, pero no por ello de menos impacto, en un país de fuerte tradición católica-. El periódico oficial del Vaticano criticó los comentarios, calificándolos de "deplorables" y de chistes blasfemos, antisemitas y sexistas.
Poco después, en octubre, los fiscales italianos ampliaron su investigación por el fraude fiscal en la empresa de Berlusconi, Mediaset, la mayor cadena comercial de Italia. El primer ministro ha rechazado tales acusaciones de fraude calificándolos de motivos políticos.
Más allá de sus tribulaciones personales, están los desafíos políticos. La primera de ellas, Berlusconi se enfrenta a un panorama económico difícil durante lo que resta de su mandato, que concluye en 2013 .
El desempleo italiano se mantiene en un 8.5%, el nivel más alto desde 2003, según la oficina de estadística, y la deuda pública es de un 120% del producto interno bruto del país, de acuerdo con el Banco de Italia.
Dann Rivers contribuyó con este reporte.