Argentina echa a andar un programa de seguridad para la capital
Con una inversión de 38 millones de dólares, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció un nuevo programa de seguridad para la provincia de Buenos Aires que implica el envío de 6,000 efectivos.
Al anunciar que el operativo "Centinela" comenzará el 1 de enero, Fernández aclaró que los policías pertenecerán a la Gendarmería Nacional, cuerpo que, al mismo tiempo, continuará con su tarea central de custodiar las fronteras del país y la soberanía nacional, informó Notimex.
Fernández subrayó la importancia de reforzar la seguridad en la zona metropolitana de Buenos Aires, en donde viven casi 10 millones de personas, es decir, el 25% de la población nacional, citó esa agencia.
"La protección y seguridad del ciudadano sufre un gran incremento: estamos hablando de 6,000 efectivos, de 443 vehículos y una inversión de equipamiento extra de 150 millones de pesos (38 millones de dólares)", especificó la jefa de Estado.
A cinco días de haber puesto en marcha el nuevo Ministerio de Seguridad, la presidenta argentina convocó a superar falsos debates que oscilan en culpar a la pobreza de este problema o de centrarlo únicamente en el crimen organizado.
"Está claro que un país en el que falte trabajo, como sucedía en 2003, donde casi un cuarto de la población estaba desempleada, donde no hay crecimiento, sin derechos mínimos de salud, educación y vivienda, jamás podrá ser un país seguro", advirtió.
La inseguridad se presentará, agregó Fernández, sobre todo si hay sectores de la población que no tienen acceso a derechos básicos en un escenario de una amplia brecha, de inequidad social, publicó Notimex.
"Nuestra obligación como autoridades institucionales elegidas por el voto popular es precisamente fijar esto, si no, estaríamos condenados al concepto de que ser pobre es ser delincuente y esto no es así", señaló.
También existe el crimen organizado, el cual a su juicio muchas veces se apoya en las necesidades de la gente para poder encarar una estrategia, pero "tenemos claro lo que es una protesta social y lo que es un delito organizado".
"No se puede proceder de la misma manera, cada vez que se le ha hecho creer a la sociedad que la seguridad estaba por encima de los valores del respeto a la vida humana siempre nos ha ido mal", expresó Fernández.
Según la agencia EFE, el anuncio de la presidenta coincide con la negativa del gobierno de emplear métodos represivos para desalojar el Club Albariño, en el barrio porteño de Villa Lugano (sur de la ciudad), que en los últimos días se convirtió en escenario de choques entre vecinos que se oponen a la toma con policías y "ocupas".
"No se puede proceder de la misma manera ante delincuentes organizados que en manifestaciones sociales, aun cuando en manifestaciones no se adopten medidas que deban ser imitadas", sentenció Fernández al presentar el plan.
Los enfrentamientos en los alrededores del club sucedieron a los que hace dos semanas se desataron ante la ocupación del Parque Indoamericano, en el barrio porteño de Villa Soldati, que causaron la muerte de dos bolivianos y un paraguayo, y derivaron en una ola de ocupaciones en otros espacios públicos y privados de Buenos Aires y su periferia, publica esa agencia.
El Parque Indoamericano y la mayoría de los predios tomados fueron desalojados la semana pasada luego de que el gobierno nacional y el del alcalde porteño, el opositor Mauricio Macri, pusieran en marcha un plan de viviendas, pero en el Club Albariño persistió la ocupación.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, confió en encontrar una solución "sin sangre, heridos ni muertos" a la ocupación que mantienen decenas de personas en el club y ratificó además que los policías no usarán armas de fuego durante las protestas sociales.
