Un dedo de 30,000 años de una niña señala a una nueva especie
El hueso de un meñique femenino almacenado, y pasado por alto después de ser descubierto hace dos años en una cueva en Siberia, apunta a la existencia de una especie de humano prehistórico hasta ahora desconocida, dijeron antropólogos.
El linaje de esa especie pudo haber sobrevivido hasta nuestros días en algunas personas de Papúa, Nueva Guinea, y las islas cercanas, dijeron los científicos.
Un reporte sobre el descubrimiento del dedo fue publicado este jueves en la revista científica Nature.
Los antropólogos dijeron que el dedo, que data de entre 30,000 a 50,000 años, es evidencia de una nueva población de homínidos que llamaron Denisovans. El nombre deriva de la cueva del sur de Siberia en donde encontraron el hueso.
Los genetistas dijeron que el dedo probablemente pertenecía a una niña de entre 6 y 7 años.
“Toda la historia es increíble. Es como un sorprendente regalo de Navidad”, dijo Carles Lalueza Fox, un paleontólogo español que, aunque no participó en la investigación, fue citado por un artículo en línea.
El genoma nuclear de 3 mil millones de letras derivado del dedo de la niña muestra que la población de humanos primitivos de la edad de hielo era más diversa de lo que se creía anteriormente. También, una comparación con humanos modernos indica que los melanesios, habitantes de Papúa, Nueva Guinea, y varias islas del Pacífico Sur heredaron hasta un 5% del ADN de los Denisovans.
El estudio del genoma se llevó a cabo en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania.
Los Denisovans, dijeron los científicos, estaban relacionados más estrechamente con los Neandertales que con los humanos modernos. El descubrimiento en Siberia sugiere que pudieron haber vivido a lo largo del una amplia franja de Asia y es probable que se hayan mezclado con los antepasados de los humanos modernos que emigraron hacia el este desde África.