El Papa recuerda desastres y conflictos en América Latina en su mensaje
En su tradicional mensaje de Navidad, emitido este sábado a las multitudes, quienes desafiaron el frío del invierno, el papa Benedicto XVI instó a la paz en el Medio Oriente, pidió el consuelo de Dios a las asediadas comunidades cristianas en Iraq y expresó su preocupación por América Latina.
En su mensaje anual "a la ciudad y al mundo", conocido en latín como Urbi et Orbi, mencionó otros temas conflictivos mundiales.
El Papa deseó superar el conflicto y alcanzar la seguridad en lugares como Somalia, la región sudanesa de Darfur, Costa de Marfil, Afganistán y la península de Corea. Hizo mención especial para Haití, donde están lidiando con las consecuencias del cólera y los desastres naturales.
"Y que tampoco se olvide a los que en Colombia y en Venezuela , como también en Guatemala y Costa Rica , han sido afectados por recientes calamidades naturales", agregó.
En su mirada hacia América Latina también abogó por que se "impulse el diálogo" entre San José y Managua, enfrentadas desde octubre pasado, a raíz de que Costa Rica acusó a Nicaragua de invadir parte de su territorio en la fronteriza Isla Calero, en el Caribe, lo que éste país rechaza y asegura que sus militares están en suelo nicaragüense combatiendo el narcotráfico.
"Que la luz de la Navidad brille de nuevo en la tierra donde nació Jesús, e inspire a los israelíes y a los palestinos a luchar por una convivencia justa y pacífica", dijo Benedicto XVI en el discurso pronunciado en 64 idiomas, desde el inglés, el latín, el maorí y el malta.
"Que el mensaje consolador de la llegada de Jesús alivie el dolor y lleve consuelo en medio de sus procesos a las amadas comunidades de cristianos en Iraq y todo Medio Oriente", señaló el jerarca de la Iglesia católica.
La violencia dirigida contra los cristianos en Iraq en los últimos meses obligó a algunas iglesias iraquíes a bajar el tono de las celebraciones de Navidad, incluso a cancelar la misa de Navidad. Muchos de ellos han iniciado un éxodo para evitar la violencia.
En su mensaje de esperanza, Benedicto XVI también oró por la perseverancia de los cristianos en la China comunista.
"Que el nacimiento del Salvador fortalezca el espíritu de la fe, la paciencia y el coraje de los fieles de la Iglesia en la China continental, que no puede perder el corazón a través de las limitaciones impuestas a su libertad de religión y de conciencia, pero, perseverando en la fidelidad a Cristo y de su Iglesia, pueden mantener viva la llama de la esperanza", dijo.
Decenas de miles de personas se cobijaron de la lluvia bajo sus paraguas para escuchar el pontífice de 83 años de edad, en la Plaza de San Pedro en la Ciudad del Vaticano.
"Que el nacimiento del Salvador abra los horizontes para una paz duradera y el auténtico progreso de los pueblos de Somalia, Darfur y Costa de Marfil ; se pueda promover la estabilidad política y social en Madagascar; se pueda llevar la seguridad y el respeto a los derechos en Afganistán y en Pakistán; y se pueda promover la reconciliación en la península coreana", agregó.
Este año las festividades de Navidad se celebraron sin complicaciones en comparación con el año pasado, cuando una mujer saltó una barrera y se lanzó contra el Papa durante la misa de Nochebuena .
Benedicto XVI pudo levantarse rápidamente gracias a sus ayudantes y no resultó herido en el incidente. El servicio se reanudó cuando la mujer fue detenida por la policía del Vaticano y trasladada a una institución mental.