Una decisión económica acarrea costos políticos a Evo Morales
El presidente de Bolivia podría enfrentar altos costos políticos después del cambio económico del mes pasado que produjo un incremento en los precios de gasolina y alimentos durante varios días en el país sudamericano, dicen analistas.
"Fue la peor decisión que pudo tomar en el peor momento", dijo el analista político, Jorge Lazarte.
El presidente Evo Morales emitió un decreto en diciembre pasado para eliminar los subsidios a los productos de petróleo. Pero menos de una semana después dio marcha atrás a la decisión , tras una ola de protestas en las principales ciudades de todo el país.
Los pobres, que son la mayoría de la población del país, tradicionalmente han apoyado los movimientos de Morales para proteger los recursos naturales del país y el incremento de programas sociales. Pero después de que el presidente canceló los subsidios para la gasolina, grupos de jóvenes apedrearon edificios del gobierno, rompieron ventanas y prendieron fuego a llantas en las calles .
Los analistas lo describieron como la primera derrota política importante desde que el populista presidente de izquierda asumió el poder en el 2006.
Las protestas surgieron mientras los precios de la gasolina se incrementaron hasta en un 75% y el diesel en un 83%. El costo de los alimentos y el transporte también reportaron incrementos.
Los precios cayeron tras la rectificación del gobierno, pero Lazarte dijo que las consecuencias del cambio de política económica permanecen.
"El gobierno entró en una encrucijada. Cualquier decisión que tome o no tome tendrá costos políticos", dijo.
El vicepresidente, Álvaro García Linera, defendió la iniciativa del gobierno para poner fin a los subsidios del petróleo, y la decisión posterior para dar marcha atrás.
"Somos el gobierno de la gente", dijo a CNN en Español, y señaló que el gobierno había escuchado las preocupaciones de los trabajadores, sindicatos y otras organizaciones.
Los grupos reconocieron que el término de los subsidios era necesario, pero solicitaron al gobierno suspender la implementación del cambio, dijo García.
Morales dijo la semana pasada a CNN en Español que los subsidios daban como resultado un precio artificialmente bajo de la gasolina y el diesel. Los bajos precios llevaron a un contrabando masivo de esos productos a países vecinos, en donde eran vendidos con una utilidad. Estimó que la pérdida para las arcas del gobierno era de 150 millones al año.
El dinero ahorrado bajo la nueva política iba a ser reinvertido en la economía, con un incremento del 20% a los salarios mínimos y gastos en educación, salud y seguridad, dijo.
García dijo que el gobierno aún planea implementar los cambios eventualmente, "cuando la gente nos diga, ‘ya estamos preparados’".
"Para mí, esto no es una derrota", dijo. "Para mí, ésta es la confirmación de que el gobierno toma sus decisiones visitando a los sindicatos, visitando a los vecinos, visitando las asambleas como ningún otro presidente lo ha hecho en la historia de Bolivia".