A casi un año del sismo en Haití, aún viven en campamentos 380,000 niños
El 12 de enero es el aniversario del sismo de 7.0 grados que devastó a Haití, y a casi un año, todavía hay 380,000 niños viviendo en campamentos temporales que viven en total inseguridad alimentaria, física y de salud.
Un informe del Fondo Mundial de la Infancia (UNICEF), dependiente de las Naciones Unidas, afirma que las víctimas del sismo están repartidas en 1,200 asentamientos provisionales, aunque sólo el 9% de éstos cobija a más de la mitad de la población desplazada.
"La otra mitad está, literalmente, dispersa en cientos de sitios con menos de un millar de personas, lo que convierte al desplazamiento en una situación compleja en sí misma", reconoce el organismo.
El terremoto que causó 270,000 muertos , afectó a una población infantil que ya estaba privada de sus derechos más básicos.
Según datos del UNICEF, cuando ocurrió el desastre sólo la mitad de niños tenía acceso a la educación primaria , sólo una quinta parte llegaba a la secundaria y apenas el 2% de alumnos terminaba este nivel.
Mientras tanto, uno de cada cinco niños entre 5 y 14 años trabajaba.
En cuando a servicios básicos, antes del sismo la mayor parte de la población carecía de los más elementales: sólo uno de cada cinco haitianos tenía acceso a instalaciones sanitarias y, de hecho, Haití era uno de los pocos países del mundo donde este indicador había empeorado en los últimos años, según el vocero del UNICEF en Ginebra, Marixie Mercado.
Históricamente, Haití también ha sido uno de los países con mayor desigualdad de ingresos y, según los datos vigentes antes del terremoto, la mitad de la población vivía con menos de un dólar al día.
La organización Oxfam asegura que la reconstrucción está en un "punto muerto" y que si todavía hay más de un millón de personas viviendo bajo carpas es debido a una trágica combinación de indecisión por parte del gobierno y descoordinación de los donantes.
La vocera de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Elizabeth Byrs, asegura que "la respuesta de emergencia fue buena y rápida" y pidió "no subestimar lo realizado", aunque todavía haya numerosos desafíos por delante.
La ayuda prometida
El 31 de marzo, en una cumbre de donantes en Nueva York, el mundo se comprometió a aportar 5,300 millones de dólares en dos años, cantidad considerada importante, pero insuficiente para acometer la reconstrucción del país.
Haití sufrió la destrucción de 60% de las infraestructuras del gobierno, daños en unas 200,000 casas y pérdidas por 7,800 millones de dólares, equivalente al 120% de su producto interior bruto en 2009.
12 meses después del sismo, buena parte de ese monto sigue sin llegar a la nación antillana y en julio pasado, al conmemorar los seis primeros meses del sismo, el presidente haitiano, René Préval, aseguró que había una gran desproporción entre los fondos necesarios para la reconstrucción y los recibidos hasta entonces.
Los donantes reconocen que no toda la ayuda prometida ha sido enviada. Por ejemplo, Estados Unidos afirma que, de los 2,000 millones de dólares que aprobó para ayuda humanitaria a Haití, sólo 1,150 han sido entregados y 920 están bloqueados en el Congreso, que debe dar luz verde al envío, por cuestiones burocráticas y de procedimiento.
El Banco Mundial espera terminar de entregar 749 millones de dólares a finales de 2011, el FMI aprobó la condonación de la deuda haitiana , de 268 millones de dólares, y el Banco Interamericano de Desarrollo destinó 176 millones de dólares a Haití durante 2010.
La Unión Europea, por su parte, asegura que de los 1,235 millones de euros (unos 1,600 millones de dólares) que ofreció para la reconstrucción haitiana, hasta ahora ha concedido 422 millones de euros (unos 560 millones de dólares).
Pero el desfase puede ser mayor. En septiembre pasado, el jefe de la misión para la estabilización en Haití (Minustah), Edmond Mulet, dijo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que si se descontaba la condonación de deudas, en esa fecha Haití solo había recibido el 20% de lo prometido.
La corrupción, que se teme que haya desviado importantes recursos de la ayuda humanitaria, sigue siendo uno de los principales males del país, tal como consta en el informe de 2010 de Transparencia Internacional.
En ese informe, se estima que aunque mejoró la situación en el país (en 2009 ocupó el puesto 168 entre 180 naciones), Haití se situó en el lugar 146 entre 178 países, solo superado en América por Venezuela.
A esto se suma la crisis política derivada de la primera vuelta presidencial de noviembre pasado, cuyos resultados han sido criticados tras denuncias de fraude y ahondado en la comunidad internacional la percepción de que la estructura política no está preparada para enfrentar catástrofes como el sismo.