Río de Janeiro declara siete días luto por las víctimas de los deslaves
El estado de Río de Janeiro, en Brasil, declaró siete días de luto —a partir del lunes 17 de enero— por las víctimas de los deslaves ocurridos el pasado 12 de enero.
En todo el país han muerto 549 personas desde que en noviembre pasado inició el temporal de lluvias según cifras de la Defensa Civil.
Los rescatistas aún buscan cuerpos en la región montañosa de Río de Janeiro aislada y sepultada por toneladas de tierra, piedra y lodo. El lugar es un destino turístico habitual para los habitantes de Río.
En algunas regiones a donde no han llegado los socorristas los pobladores han sepultado los cuerpos de sus familiares y vecinos en tumbas improvisadas por temor a que se desate una epidemia.
La falta de alimentos, servicios, el cierre de comercios y de carreteras se agravó el viernes con algunos saqueos y asaltos. Los rumores de supuestas rupturas de presas provocaron pánico.
Las ciudades más afectadas por los deslaves son Teresópolis, Petrópolis y Sumidouro, donde todavía hay fallas del servicio eléctrico, telefónico y en la distribución de agua potable.
Un total de 6,050 personas perdiendo sus casas, y 7,780 han tenido que abandonarlas provisionalmente por el riesgo de que sean sepultadas por nuevos deslizamientos, de acuerdo con datos del gobierno regional.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sobrevoló el área más afectada y conversó con algunos damnificados el jueves. El viernes anunció la liberación de 59 millones de dólares (100 millones de reales).
El gobierno federal había liberado antes 459 millones de dólares (780 millones de reales) para atender la emergencia en la zona serrana de Río de Janeiro y otros estados afectados por el temporal.
Estos deslaves han sido considerados el peor desastre natural padecido por Brasil después de las inundaciones de enero de 1967 cuando se contabilizaron 785 víctimas, según un reporte de las Naciones Unidas.