Ciudadanos egipcios se prenden fuego en protesta contra sus gobiernos
Un cuarto egipcio se prendió fuego a sí mismo, mientras que uno de los hombres que horas antes también se había prendido fuego falleció a causa de las quemaduras, informaron fuentes de seguridad.
Estos sucesos se producen después de que varias personas se han inmolado en Argelia, Mauritania y Túnez.
En este último país, una acción similar ocurrida el pasado 17 de diciembre, protagonizada por un joven desempleado , fue la chispa que desató las protestas que desembocaron en el derrocamiento del presidente Zine el Abidín Ben Alí .
La nueva víctima en Egipto es un mecánico de 35 años identificado como Tarek Mohamed al Gadafi, quien se quemó a sí mismo en la ciudad de Ismailiya, situada en el Canal de Suez.
Las fuentes explicaron que por el momento se desconocen las causas del suceso pero que al parecer Al Gadafi, que permanece hospitalizado, había sido llamado a comparecer ante la Policía.
Este caso es el cuarto que tiene lugar este martes en Egipto, después de que el lunes otro ciudadano se quemara frente a la sede del Parlamento, en el centro de la capital, para protestar por el cierre de un restaurante que poseía en la provincia de Ismailiya.
Por otro lado, las fuentes informaron del fallecimiento del joven de 25 años e identificado como Ahmad Hashem al Sayed, que se prendió fuego en el tejado del edificio donde vivía en el barrio de Al Muntaza en Alejandría esta mañana.
Hashem, que era licenciado en Derecho y llevaba tiempo buscando trabajo sin éxito, tenía quemaduras en el 75 por ciento del cuerpo.
El fallecido se quemó para protestar por el funcionamiento de la Administración, la Policía y la política laboral del Gobierno, las mismas razones que llevaron a otros dos hombres a cometer una acción similar.
Los otros dos ciudadanos que se prendieron fuego en El Cairo son un abogado egipcio identificado como Mohamed Faruk Mohamed Hasan, de 50 años, y un jubilado de 60 años, Sayid Ali al Sayed,.
Hasan se quemó a sí mismo ante la sede del Gobierno para denunciar que la Policía egipcia no había hecho lo suficiente para dar con el paradero de su hija, desaparecida hace tres meses.
Por su parte, el jubilado Al Sayed, que cometió la misma acción frente a la sede del Parlamento, se quejaba de no haber cobrado la pensión.
Estas dos víctimas fueron trasladados al hospital de Munira, según la fuentes, que no ofrecieron detalles del estado de salud de los afectados, pero indicaron que sufrían problemas mentales.
