Sobrevivientes en Brasil narran su historia mientras aumentan los muertos
Leticia Lima quedó enterrada en lodo hasta el cuello. Su frente fue aplastada y varios dientes se le cayeron.
"Recuerdo a mi madre gritando, y un ruido fuerte. Yo abracé fuertemente a mi bebé. Eso es lo último que recuerdo", dijo, acostada y vendada desde una cama de hospital.
Su bebé y su madre no sobrevivieron.
Ellos se encuentran entre los al menos 759 muertos después de las inundaciones y los enormes deslizamientos de tierra que aplastaron casas y arrasaron barrios enteros en comunidades del estado de Río de Janerio la semana pasada.
Otros estados del país sudamericano también han visto caer fuertes lluvias. La semana pasada, las autoridades del estado vecino de Sao Paulo dijeron que 24 personas habían muerto por las inundaciones.
Las historias de pérdida y supervivencia de víctimas como Leticia Lima se repiten en todo el Hospital Clínico de Tersépolis, localizado en una de las ciudades más afectadas.
"El primer día, atendimos a 178 personas en menos de 12 horas", dijo la directora del hospital, Rosane Rodrigues Costa.
Liziel Madureira fue uno de ellos. Él se las arregló para tomar a su hijo de 5 años, pero vio a la mitad de su familia ser arrastrada. Después fue a rescatar a su vecina y a sus tres hijos.
"Lo haría de nuevo", dijo. "¿Qué mas podía hacer?"
Su hija de 18 años también sobrevivió, al meterse a un refrigerador.
"Se sacudía y sacudía", dijo ella. "Abrí la puerta y estaba flotando".
Ella lloró al relatar la experiencia, y dijo que la familia aún estaba buscando el cuerpo de su madre.
A medida que disminuyen las lluvias, las donaciones están llegando de todas partes del país . Un gimnasio en Tersépolis está lleno de paquetes de ropa, agua, arroz y frijoles.
Los residentes dijeron que están empezando a pensar en el futuro.
Érica tiene la esperanza porque ha llegado hasta aquí. Pero dijo estar preocupada.
Ella es la única mujer que queda de su familia.