Tunecinos se enfrentan con la policía para exigir la renuncia del gabinete
La policía de Túnez dispersó con gases lacrimógenos a cientos de manifestantes congregados frente a la sede del gobierno de transición para exigir la salida del gabinete de allegados del ex presidente Zine al Abidine Ben Alí.
Los manifestantes, en su mayoría procedentes de áreas rurales marginales que llegaron la víspera a la capital tunecina, entraron en el recinto de las oficinas del primer ministro Mohammed Ghannouchi, y rompieron varias ventanas del Ministerio de Finanzas.
Algunos manifestantes arrojaron piedras contra la policía e intentaron impedir el acceso de funcionarios a la sede del gobierno, por lo que las fuerzas antidisturbios respondieron con gases lacrimógenos, según testigos citados por la agencia tunecina de prensa TAP.
Durante días, los manifestantes, procedentes de la región de Sidi Buzi, donde el pasado 17 de diciembre se originó la revuelta social que forzó la salida de Ben Alí, se han concentrado ante la sede del gobierno en pequeños grupos que han sido tolerados por la policía.
"No nos iremos de aquí hasta que se vaya el gobierno", gritaban los inconformes que portaban pancartas en las que también pedían la salida del primer ministro del gobierno.
Las manifestaciones que exigen la salida del gobierno de transición de los ministros del régimen de Ben Alí se multiplicaron en varias zonas de la capital del país.
En la céntrica avenida Habib Burguiba de Túnez, más de mil personas se unieron a una manifestación que reclama la dimisión de todo el gobierno de transición y la formación de un nuevo Ejecutivo desvinculado del pasado.
El primer ministro y otros ministros que formaban parte del régimen de Ben Alí están cada vez bajo mayor presión para dimitir desde que asumieron las riendas de un gobierno interino encargado de preparar las elecciones generales.
Ante la situación, el presidente interino de Túnez, Fuad Mebaza, continúa los contactos para formar un nuevo gobierno de transición para poner fin a las protestas, según fuentes cercanas a las negociaciones.
La Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), que apoya las manifestaciones, propuso la víspera a través de un comunicado "formar un nuevo gobierno con gente de manos limpias desvinculados de la corrupción y la represión”.
En tanto, tres políticos estrechamente ligados a Ben Alí fueron puestos la víspera bajo arresto domiciliario, entre ellos Abdelaziz Ben Dhia, ex secretario general del partido de Ben Alí, Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD).
Las autoridades arrestaron al propietario de una estación de televisión privada y a su hijo, acusados de traición por provocar violencia y tratar de ayudar al retorno del ex presidente Ben Alí, informó la agencia TAP.
Larbi Nasra, familiar de la ex primera dama y propietario de la televisora Hannibal, ha estado usando el canal para abortar la llamada revolución de los jazmines, provocar confusión y publicar información falsa, según la fuente.