Túnez intenta borrar el pasado de Ben Ali con el nuevo gabinete
Los manifestantes en Túnez tuvieron reacciones diversas ante la renovación del gabinete ocurrida este jueves, con algunos señalando que la continuidad del primer ministro en el gobierno era inaceptable.
El gobierno despidió a los ministros leales al derrocado presidente Zine al-Abidine Ben Ali, en una medida que obtuvo el apoyo del poderoso sindicato y podría ayudar a aliviar las protestas que han inspirado a otras sociedades en Medio Oriente.
El primer ministro Mohamed Ghannouchi dijo que 12 ministros serán reemplazados, lo que implicó una depuración de los miembros del ex partido gobernante, incluyendo los que estaban al frente de Interior, Defensa y Relaciones Exteriores.
Cientos de manifestantes seguían acampando fuera de la oficina del primer ministro este viernes por la mañana, pero las opiniones sobre el recambio de gabinete estaban divididas.
Algunos dijeron que la nueva composición del gobierno cumplía con 80% de sus demandas y que era momento de poner fin a la sentada, mientras que otros aseguraron que no se irían hasta que Ghannouchi dejara el poder.
"Siento que ésta es una mejora. Muchas puertas que estaban cerradas se abrieron. Los que están haciendo ruido tienen un hermano o alguien que murió, por eso están enojados", dijo Raed Chawishi, de 24 años, afuera del despacho del primer ministro.
"Tenemos elecciones después de seis meses. Tenemos derecho a votar, podemos decidir. Si no nos gusta, podemos seguir con la revolución. Creo que ahora deberíamos esperar un poco", agregó.
Saifeddine Missraoui, un estudiante que ayudó a organizar el suministro de agua y comida para los manifestantes, adoptó una postura más dura.
"No nos vamos a ir hasta que Ghannouchi se vaya y obtengamos un gobierno totalmente nuevo. Queremos que el partido gobernante, el RCD, se vaya por completo", sostuvo.
Semanas de protestas violentas en Túnez alimentadas por la pobreza, represión y corrupción obligaron a Ben Ali a huir a Arabia Saudita el 14 de enero tras permanecer 23 años en el poder .
Aún no era claro si la nueva formación convencería a los tunecinos, más allá de los manifestantes que acampan en la oficina del primer ministro, que son en su mayoría estudiantes o jóvenes desempleados que vinieron desde zonas rurales para hacerse escuchar en la capital.
Pero la vida comenzaba a volver a la normalidad en el centro de Túnez, donde las calles estaban colmadas de autos, y las tiendas y las oficinas estaban abiertas.