Nueve muertos por estallido de una bomba en un supermercado de Afganistán
Un ataque suicida en un supermercado causó la muerte de nueve personas, entre ellas tres mujeres extranjeras, en el distrito de embajadas de la capital afgana el viernes, el primer gran ataque de los talibanes contra civiles en Kabul en casi un año.
Un niño también murió en la explosión, que interrumpió una relativa sensación de calma en la capital.
En el área, donde se encuentran las representaciones diplomáticas de Gran Bretaña, Canadá y Pakistán, entre otras, se escucharon disparos en el comienzo del ataque, que según un testigo fue perpetrado por un hombre de alrededor de 40 años, con piel oscura y una barba larga.
Los cuerpos fueron arrastrados del supermercado Finest, muy popular entre los extranjeros y ubicado a varios metros de la embajada británica, y los heridos fueron trasladados mientras lamentaban lo ocurrido.
El presidente Hamid Karzai condenó el ataque como un acto anti islámico y habló de nueve muertos, uno más que la policía, que informó que había seis heridos. Las autoridades se negaron a indicar las nacionalidades de las víctimas.
Los talibanes se adjudicaron la responsabilidad por la explosión y dijeron que fue dirigida a extranjeros, entre ellos el líder de la compañía de seguridad Xe Services, previamente conocida como Blackwater, dijo el portavoz talibán Zabiullah Mujahid por teléfono.
"Asumimos responsabilidad por el ataque, y fue llevado a cabo en un momento en que extranjeros estaban de compras, incluyendo al jefe de una empresa de seguridad", declaró.
El vendedor de tarjetas de teléfono Mehrab Gol, uno de los tantos que se agrupa en una rotonda fuera del local, dijo que el atacante estaba bien armado.
"El atacante suicida primero disparó, luego arrojó una granada y después se inmoló. Hubo tres explosiones", relató.
"Luego se produjo un caos adentro y las personas comenzaron a escapar (...) Había muchos heridos pero no había nadie que pudiera llevarlos", agregó.
