Periodistas, agredidos y detenidos por seguidores de Mubarak
Enviados como reporteros a documentar la agitación en Egipto , periodistas fueron agredidos –golpeados, heridos de gravedad, acosados y detenidos– por hombres enfurecidos, la mayoría de ellos de alguna manera alineados con el asediado presidente Hosni Mubarak.
Numerosos noticieros –incluidos BBC, ABC News y CNN– informaron que miembros de su personal habían sido atacados, la mayoría en las calles de El Cairo. En varios casos, los periodistas fueron acusados de ser "espías extranjeros", decomisados y trasladados a otro lado, y a menudo agredidos.
"Era un pandemónium. No había control. De repente un hombre podría acercarse a ti y golpearte en la cara", dijo Anderson Cooper de CNN, describiendo c ómo fue atacado por manifestantes pro-Mubarak junto a dos colegas fuera de la Plaza Tahir .
El canal de noticias Al-Arabiya, con sede en Dubai, fue uno de los más afectados, su oficina fue dañada y varios miembros de su personal fueron agredidos. Entre ellos se encontraba el corresponsal Ahmed Abdullah, cuyo editor confirmó el miércoles que fue encontrado malherido y transportado a un hospital después de haber sido golpeado brutalmente por sus captores.
Maurice Sarfatti dijo al diario Le Soir de Bruselas, en el que escribe junto a otras publicaciones de Suiza y Francia, que "recibió una gran cantidad de golpes en la cara", de hombres que lo acusaban de respaldar a Mohamed ElBaradei, el líder de la oposición.
"Estoy siendo custodiado por dos soldados con rifles Kalashnikovs y bayonetas", dijo Sarfatti, de acuerdo con una traducción de Le Soir. "Ellos dijeron que sería llevado ante los servicios de inteligencia. Dijeron que soy un espía".
El Comité para Protección de Periodistas, una organización de defensa con sede en Nueva York, afirmó que estos acontecimientos eran muy comunes en El Cairo.
En un comunicado de prensa, el grupo detalló acerca de una decena de incidentes, acusando a hombres –la mayor parte de ellos descritos como manifestantes pro-Mubarak, policías “vestidos de civil", oficiales uniformados y militares– de perpetrar ataques contra los periodistas que portaran cámaras y libretas de notas.
El grupo culpó de esta violencia básicamente al gobierno del presidente Mubarak, acusándolo de planear suprimir y reprimir la cobertura de noticias.
"La estrategia de Egipto es eliminar testigos de sus acciones", dijo Mohamed Abdel Dayem, el coordinador del programa de Medio Oriente y Norte de África del comité. "El gobierno ha recurrido a la censura general, la intimidación y hoy a una serie de ataques deliberados contra periodistas llevados a cabo por multitudes a favor del gobierno".
Una de ellas fue Hala Gorani de CNN, quien quedó atrapada el miércoles en una estampida de manifestantes, algunos de los cuales montaban a caballo o camellos.
"Fui golpeada contra las puertas y amenazada por uno de los manifestantes pro-Mubarak que me gritaba … '¡lárgate, lárgate!'", dijo Gorani. "Los pro-Mubarak, quien quiera que sea quien los haya enviado, amenazan a camarógrafos, periodistas, a cualquiera que parezca un observador".
Horas más tarde, mientras caminaba por delante de escandalosos seguidores de Mubarak hacia la Plaza Tahrir, donde ocurrieron los enfrentamientos del miércoles, Cooper dijo que de repente un hombre intentó arrebatarle la cámara a su camarógrafo, gritándoles y empujándolos.
Eso desencadenó lo que el anfitrión de CNN llamara a una "multitud", que se volcó alrededor de Cooper y sus dos colegas. Ellos se regresaron, solo después de ser golpeados repetidamente por puños y botellas, entre algunos de los hombres que intentaban arrancarle la ropa a una productora de CNN. Los soldados egipcios se posicionados en las cercanías , dijo, vieron el caos que se desarrollaba pero no hicieron nada.
"Había algunos individuos en la multitud buscando pelea", dijo Cooper. Señaló que pese a que su camarógrafo tenía un ojo morado, dijo que sólo sufrieron heridas menores. "Realmente lo vimos muy cerca … se puede poner violento, rápidamente".
A otros periodistas que fueron agredidos les fue peor.
Sarfatti, quien también escribe con el seudónimo de Serge Dermont, fue llevado a los cuarteles militares en las afueras de El Cairo y se le dio un vaso con agua del Río Nilo. Sus captores le dijeron que querían que lo bebiera para que le diera diarrea, según la traducción de sus declaraciones en Le Soir.
El diario independiente egipcio, Al-Sharouk, informó que uno de sus reporteros y fotógrafos resultaron heridos después de que "policías en ropas de civil", atacaron su sede, de acuerdo con el Comité de Protección a Periodistas.
El grupo dijo que el corresponsal danés, Steffen Jensen, fue golpeado por partidarios de Mubarak con garrotes, mientras transmitía en vivo para TV2 de Dinamarca. Dijo que después los hombres le pidieron su teléfono y pasaporte, y fue detenido por soldados en la Plaza Tahrir.
En una declaración preparada, Jean Francois Juillard, secretario general del grupo de defensa Reporteros Sin Fronteras, dijo que "el uso de la violencia contra el personal de los medios de comunicación es especialmente impactante".
"Estas agresiones parecen ser actos de venganza en contra de los medios internacionales por transmitir las manifestaciones que piden la renuncia del presidente Mubarak", dijo Juillard. "Instamos a la comunidad internacional a reaccionar enérgicamente hacia estos excesos. Y recordamos al gobierno egipcio que es su deber aplicar la ley y restaurar con urgencia la seguridad para todo el mundo, incluyendo el personal de medios".