El gobierno de Egipto se prepara para transferir el poder a los militares
La dimisión del presidente Hosni Mubarak a la presidencia de Egipto, que se espera sea anunciada en próximas horas, abrirá las puertas del gobierno a un mando militar, dijo un alto oficial a CNN.
De acuerdo con los resultados, que incluye el diálogo entre el gobierno y los representantes de la oposición, explicó, el gobierno fue obligado a salir de la "autoridad constitucional" para la aplicación de las reformas y la transición política que carecían de apoyo.
"Esto no es un golpe de Estado en el sentido tradicional", dijo el funcionario. "Pero se trata de una transferencia del sistema de gobierno de los civiles a los militares. El Ejército se está reforzando, reconociendo su responsabilidad ante el pueblo egipcio".
"Fueron pasos definitivos y contundentes para el proceso político bajo los términos constitucionales", dijo el oficial gubernamental, en referencia a la implementación de reformas. "Pero este proceso nunca fue aceptado, ni de la ciudadanía ni de la comunidad internacional. Ahora debemos trabajar fuera del marco constitucional".
Una televisora local reportó que Mubarak sostuvo reuniones a puerta cerrada con el vicepresidente Omar Suleiman y el primer ministro Ahmed Shafiq.
"¡Civil, civil, no militar!"
En tanto, afuera del palacio presidencial y en diversas plazas se escucharon los gritos de "civil, civil, no militar", mientras surgía la noticia de la posible dimisión de Mubarak.
Apenas empezó a circular esa versión, miles de personas reunidas en la Plaza Tahrir la llenaron con vítores, silbidos y aplausos.
La lluvia que cayó por la mañana no fue suficiente para amortiguar el espíritu de la multitud y, al caer la noche, había una sensación de fiesta en la plaza. Entre los manifestantes también había vendedores de comida y té, y familias celebrando.
"Es definitivamente una sensación de celebración, pero también de ansiedad porque no sabemos qué anunciarán," dijo Gigi Ibrahim, un manifestante en la plaza. "Sin embargo, será una gran victoria para la revolución, que es exigente, que Mubarak dimita. Y si esto realmente sucede, sería una victoria increíble, increíble".
Sin embargo, aún había una nota de cautela. La multitud coreaba "civil, civil, no militar!", en clara alusión a que no deseam que Mubarak deje la nación en manos de un gobierno militar.
Este jueves se cumple el día 17 de las protestas , que han dejado al menos 302 muertos desde el inicio de las revueltas el 25 de enero.
"En lugar de correr asustado, el régimen está luchando con las palabras y la violencia para aplastar a sus oponentes, retratando a la oposición como un aliado del extranjero, como el grupo de conspiradores", de acuerdo con un comunicado de este miércoles.