Miles de egipcios en huelga suman presión al gobierno de Mubarak
Miles de trabajadores egipcios se declararon en huelga este jueves para exigir mejores indemnizaciones, situación que suma presión al gobierno del presidente Hosni Mubarak con las protestas masivas que piden su dimisión.
Los paros laborales se multiplican por Egipto. Incluye a empleados de las industrias del petróleo, de los ferrocarriles y de las telecomunicaciones.
Al menos 2,000 trabajadores petroleros pararon actividades, dijo Hamdi Abdel-Aziz, un portavoz del ministerio de Petróleo.
Los empleados exigen una mejor compensación y la transparencia en salarios de los ejecutivos, agregó el portavoz.
El Consejo Nacional de Ferrocarriles pidió contratos de mayor duración, que también deben aplicarse a sus líderes. Algunos no regresaron a trabajar este jueves, agregó Mostafa Qinawi, jefe del Consejo.
Los trabajadores de la industria del acero y de la Autoridad Portuaria del canal de Suez también salieron a las calles para exigir mejores salarios, reportó periódico estatal al-Ahram.
Hubo temores de que el canal de Suez -un centro importante de transporte de petróleo- fuera cerrado y el del petróleo se elevara por las nubes.
Pero el ministro de Finanzas dijo que el país "hará lo mejor posible" para asegurarse de que permanezca abierto.
"Todas las precauciones se toman para evitar cualquier sabotaje desde el exterior hacia el canal de Suez", señaló Samir Hadwan a CNN. "El canal está seguro y puedo asegurar que el ejército egipcio —no hablo en su nombre— hará cuanto esté en su poder para mantener su servicio".
En la ciudad portuaria de Alexandría, cientos de barrenderos y personal administrativo se unieron a la huelga en demanda de la congelación de salarios, según los testigos. Al menos 1,000 ingenieros protestaron por los contratos y las compensaciones financieras, dijeron las autoridades.
Las calles de los manifestantes
Mientras tanto, las protestas en Egipto cumplieron este jueves su día 17, volviendo a ocupar la plaza Tahrir de El Cairo, para exigir la expulsión de Mubarak.
Los funcionarios del gobierno han asegurado que permitir la dimisión del octogenario presidente provocaría el caos en el país y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación advirtió que, de ser así, no dudarían en permitir la intervención militar.
"¿Queremos que las fuerzas armadas asuman la responsabilidad de estabilizar a la nación mediante la imposición de la ley marcial y el ejército en las calles?" cuestionó el canciller Ahmed Aboul Gheit, al programa NewsHour de la cadena PBS este miércoles. "Que el ejército gobierne, intervenga, ponga a sus aliados en escena, es una posibilidad muy peligrosa".
Aboul Gheit dijo que el presidente no abandonará el poder inmediatamente, porque su interés es proteger la estabilidad de la nación.
Human Rights Watch ha contabilizado más de 300 muertos desde el 25 de enero, cuando iniciaron las protestas.
Los disturbios del miércoles se extendieron más allá de El Cairo. Cuatro personas murieron en enfrentamientos con la policía en el sur de Egipto, informó la televisión estatal, dando lugar a la destitución de un jefe de policía de Kharga.
Ivan Watson y Amir Ahmed contribuyeron con este informe.